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que el paganismo llamaba dioses inforiore} se confesaba que el hombre cayé de su grandeza y habia irritado al cielo, pues habia éste dado tanto poder al enemigo del hombre, para que se ensaflase en el mismo hombre. No _ daremos un solo paso en la historia de la idolatria sin _-ver esculpida por todas partes esta gran verdad: e/ cielo esté irritado contra el hombre; esta frente nobilisima no podia alzarse sin rubor, porque en medio de ella estaba estampado el lema que exprimia su posicion respecto de Dios: Zres, decia , wn apostata, un proscrito, Por consiguiente , todas las adversidades eran consi- deradas como una consecuencia de esta apostasia ; no da- © ban los elementos un solo golpe a las obras humanas sin que al momento se pensase en el Dios de los huracanes, en el del fuego, en el de las aguas; salian” los hombres al combate, y antes se pedia favor al Dios de la guerra: si ésta era adversa , Dios estaba irritado; si préspera, se le ofrecian victimas de accion de gracias, en que tenian la parte principal los desgraciados prisioneros. Asi por’ todas partes vemos templos, altares , sacerdotes, sacrifi- tu afliccion, cual tu desgracia, cual tu crimen, triste descendencia de Adan? Si ti necesitas de un sacrificio, _ @por qué tomas la victima entre tus semejantes? ; Qué! algnoras tui que esa gran familia humana no es manada de animales? ,No sabes que todo hombre viene al mundo con derechos imprescriptibles, y que el primero es el derecho de vida? Todas estas preguntas se ve uno precisado 4 hacer en presencia de esa exigencia universal del sacrificio y de las victimas que la humanidad escoge , y de todas partes la humanidad responde: «Mi -afliccion es el no poder tratar con mi Criador, porque estoy enemistado con él; mi desgracia consiste en ser hijo de un padre que me ha eoncebido en pecados, y 4 cuya consecuencia los elemen- i cios, todos destinados 4 aplacar la ira celeste. gCual’es ‘ .