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ignorancias; os he instruido en el camino del cielo; me sacrifico por mis enemigos; me postro a sus piés y se los lavo; justo es que el hombre ame 4 su hermano; justo es que los instruya en lo que han de hacer para salvarse; justo es que perdone & su enemigo, que lo alivie en sus indigencias y que le extienda los brazos, si éste quiere reconciliarse; yo lo he hecho el primero, sin estar obli- gado 4 ello; justo es que lo hagais vosotros, 4 quienes comprende la ley de amor que he re panerws dedi vobis. Ved, amados mios , lo que hace hoy Jesus al lavar los -piés & los Apéstoles; iba 4 derogar el sacerdocio de Aa- ron; iba 4instituir un Sacramento grande, un Sacramen- to que se llama justamente Sacramento de amor, porque ‘ aunque todos los Sacramentos de la nueva ley respiran el amor que Dios nos tuvo, pero este encierra en si todas ~ Jas acciones y prodigios que obré la Omnipotencia divina por nuestro amor, porque en la encarnacion Dios oculté su divinidad ais el velo humano, mas en este Sacra- mento oculta su naturaleza divina y la humana, por dar- se entero al hombre; y ae instituirlo, declara con sus hechos que el amor lo hizo bajar del cielo, que el amor lo tuvo treinta y tres afios entre los mortales, que el amor lo conducia al Calvario, y que este mismo amor le impelia 4 inmolarse sin cesar por nosotros hasta la consumacion de los siglos. Si: todo el edificio cristiano esta cimentado en este amor, y nadie puede ser discipulo de este Maestro si no ama 4 Dios con todo su. corazon, con toda su alma y con todas sus fuerzas, y al prdjimo como 4 si mismo, sin distincion de ajeno 6 allegado, de extrafio 6 de propio, de amigo 6 enemigo. Jesus se postra sin distincion 4 los piés de Juan, 4 quien le unen los la- zos de sangre; 4 los piés de Pedro, que lo ha de negar; 4 Jos piés de Judas, que lo ha vendido, y a los piés de los otros Apéstoles, que le han de abandonar.