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que he hecho con vosotros? Vosotros me llamais Maestro y Seiior, y decis bien, porque lo soy en realidad. Pues si _ yo, elSefior y el Maestro, os he lavado los piés, vosotros tatabien debeis lavar los piés los unos 4 los otros. Porque ejemplo os he dado, para que del mismo modo que yo lo he hecho a vosotros , lo hagais tambien vosotros.» (Joan., cap. x1 , versiculos 12, etc. ) No hay capacidad en el lenguaje humano para ponde- rar dignamente lo que encierran estas palabras de Jesu- cristo. No quiso el Maestro divino que nadie explicase la causa por qué se habia humillado 4 este oficio de lavar los piés 4 sus discipulos, sino que £1 mismo lo declaré, ‘diciendo que lo hiciera para darnos ejemplo: el humildi- simo Jesus, para gloria de su Padre y suya, no esconde los tesoros que encierra ; los publica El mismo, confir- ' mando 4 sus discipulos en las ideas sublimes que tenian sobre El. Me llamais, les dice, el Senor y el Maestro, y a decis bien, pues soy el principio de todas las cosas y la | Sabiduria eterna. Efectivamente: en la tierra muchos hay que se llaman sefiores y maestros, no pasando el mas culminoso de aquéllos de ser un saco de ceniza, de polvo » y de basura , y el mas sabio de éstos un necio, compa- rado con el Sér sapientisimo: sélo, pues, Jesucristo es verdadero Sefior, Rey de Reyes y Dominador de los que mandan; sdlo Jesucristo es Maestro, por ser Dios infini- tamente sdbio. Es Jesus mucho mayor y mucho mas ex- celente que lo que podemos decir ni pensar; y si siendo esencial Sefior y Maestro infinitamente poderoso y sdbio se humill6 hasta ejecutar el mas vil y abyecto de los ofi- cios , razon tuvo para decirnos que nosotros no debiamos desdefiarnos de hacer otro tanto; y esto con tanta mas razon, cuanto nuestra pequefiez y miseria nos es natural éinnata, sin que ninguno se exceptie de esta condicion, _ por grandey sublimado que se vea exteriormente entre los hombres.