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escabel , se postra ante sus discipulos para lavarles los piés, no excluyendo ni dun al que habia estipulado ya con sus enemigos el precio de su venta. Por la misma razon el citado Evangelista, antes de anunciar que el Verbo se hizo hombre y habité entre nosotros, que es el acto de humillacion mas asombroso é ineonoebible que pueda presentarse al entendimiento humano, hace una descripcion grafica y sublime de su aaisiia ital: origen y atributos , diciendo: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios; todas las cosas fueron hechas por fl, y nada de lo que fué hecho se hizo sin El.» (Joan., cap. 1, versiculos 1.°, 2.° y 3.°) _ _» ¥ como esta humillacion de Jesus 4 los piés de los discfpulos era, por decirlo asi, el primer eslabon de la in- finita cadena de humillaciones que iban & empezar en el mismo Cenaculo y concluir en el Calvario, quiso el Espi- ritu divino, antes de describirla, poner de manifiesto las -grandezas innatas de Jesus, para que aprendieran los “hombres en el ejemplo del Principe celestial, la virtud que nos es miis necesaria para conseguir la gloria, atendi- do que para nuestro rescate fué necesario que el Hijo de Dios se humillase hasta el anonadamiento. Es verdaderamente asombrosa esta humildad de Je- sucristo; pero mas asombrosa es la soberbia del hombre; porque Jesucristo se humilla sin tener motivo ni causa que pueda obligarle 4 esta accion, miéntras el hombre no puede mirar nial cielo ni 4 la tierra, ni 4 si mismo, sin que encuentre motivos de anonadarse. Y sinembargo, el hombre se ensoberbece. 4 Y de qué? 4De los talentos, riquezas, fuerza, hermosura, honores , cargos u oficios? j Miserable! jComo si algo de esto tuviera que no fuera prestado ; como si no lo hubiera recibido todo de Dios; como si todo no hubiera de reducirse al silencio de la losa fria! Si todo me predica la humildad, el ejemplo de Jesucristo, su mandato, mi naturaleza misma, y todas e

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