BCCPAM000591-3-11000000000000
eee } one (i Se? ok. Cie ae ies by * 448 entregar:cea Hijo del Hombre va ciertamente como esta escrito de fil; pero jay de aquel por quien ha de ser en- tregado! mas le valiera no haber nacido.» (Math., capi- tulo xxv, versiculos 21 y 24.) Asi empezé la conversacion de la mesa, en la que cada uno de los discipulos pretendié dar pruebas de amor y adhesion 4 su Maestro, para demostrarle cada cual que no era él el traidor. (Math., cap. xxvi, vers. 22.) Asi _ se concluyé tambien la cena frugal, cantando todos al fin e ..| un himno en accion de gracias al Sefior. ; Ah! No. el corazon de Jesucristo, como lo que le rodea. Jesucris— = ee tanto mi atencion en esta solemne cena lo que pasa en to, al mirar ante si el cordero inmolado, recorre en un so acto cuanto ha ocurrido desde la prevaricacion de Adan, y viendo la nulidad de los sacrificios de corderos | x hecerros para borrar los pecados, se ofrece £] 4 su Eterno. Padre, como lo habia vaticinado David. (Psalm. xxx1x, vers. 8.) Por mucho que hagamos, nunca podremos agradecer como merece el Redentor este acto de caridad de haber dado su vida por nosotros. Pero sin desatender esto, aprendamos en la mesa a Jesucristo cual debe de ser nuestro modo de pasar por este valle de lagrimas para ir 4 nuestra patria. Jesucristo vivid pobremente , comié siempre pobremente, y en la espléndida cena en que se despedia de sus discipulos la frugalidad y la moderacion eran el plato mas regalado,y Ja conversacion santa formaba la amenidad de los con- vidados. ; Ay! ;Si seran hijos del Evangelio los cristia— nos de nuestros dias! Esa sensualidad que se ha introdu- cido en los banquetes, ese conjunto de manjares exquisi- tos, de vinos y licdres, ese atractivo de sinfonias y otros primores, esa profusion con que se derraman sumas:in- mensas para dar culto sensual por una 6 dos horas al Dios de muchos hombres (Rom., cap. xvr; vers. 18), 4es propio de cristianos? ; Ah! Jesucristo con su doctrina
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz