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ramos sino voces de alegria mundana? jOh hijos del Calvario, sellados todos con la sangre de este Dios! Con- formad vuestras obras con vuestro nombre y vuestras: creencias; seguid las huellas de la desgraciada Madre que acompaiia al sepulcro 4su amado Hijo. {Oh cuantas lagrimas surcan sus hermosas mejillas! | Qué suspiros exhala! ; Qué palabras tan desconsoladas salen de sus ]a- bios! Yo la oigo exclamar, con mas razon que Jacob: «Ba- jaré al sepulcro con mi Hijo, y bajaré anegada en lagri- as: Descendam ad Filium meum lugem in infernum. jQué cortos son los momentos que he de ver tu cuerpo! ; Qué separacion tan larga! j;Oh Hijo mio Jesus! ,Por qué no he muerto en el Calvario para ir contigo al sepulcro? Mi corazon no puede separarse d l tuyo, y ambos estan tras- pasados con la lanza cruel. ,06mo, pues, podré yo res- pirar estando Ti encerrado entre las sombras del sepul- cro? 4Cémo viviré hallandome herida? » Sean estos nuestros suspiros, amados mios; Jesus ha muerto por darnos la vida; no seamos ingratos 4 tanto. favor. Jesus ha muerto para resucitar glorioso y triun- fante; no malogremos el fruto de su sangre, verlida con generosidad, para que nosotros resucilemos un dia glo- riosos 6 inmortales como EI; muramos, pues ; al mundo y 4 sus vanidades; crucifiquemos nuestra carne con sus vicios y concupiscencias; encerremos nuestros corazones en el sepulcro de Jesus, 4 donde no pueden llegar las fuerzas del enemigo; lloremos con los discipulos y las santas mujeres 4 nuestro Maestro, para ser compafieros de los angeles y alegrarnos con ellos en el dia de la re- surreccion. Amen.