BCCPAM000591-3-11000000000000
bia construido parasi un suntuoso mausoleo de ricos y preciosos marmoles; el otro es un principe de los mas no- bles de la casa de Juda, hombre de vasta erudicion, gran sabio, gran fildsofo, pues deseando profundizar con acier- tolos admirables consejos de la Sabiduria eterna , se habia avocado anteriormente con el Salvador, y confabulado con El sobre los misterios mas elevados del Cristianismo. «No es escogido, dice el Criséstomo, para este ministerio - un hombre innoble 6 desconocido, sino un consejero, y uno de los mas insignes; un hombre de una constancia admirable y de un heroismo atlético, que se expone por amor de Jesus 4 perder sus riquezas, y 4un su vida; éste pide su cuerpo, éste lo sepulta.» Preciso era que estos dos hombres estuviesen adornados de las mds relevantes cualidades; preciso era que fuesen varones justos, como llama San Liicas 4 José, para que con «reverencia y temor recibiesen en sus brazos, como afirma San Epifanio, al que es asistido de los querubines.» Tales son José y Nicodemus. No he dicho nada atin, hermanos mios; hay en esta escena otro personaje, cuya nobleza sube hasta David, hasta Abraham y hasta los primeros patriarcas del mun- do, cuyas virtudes Ja encumbran hasta las estrellas, y cuya dignidad la eleva sobre todos los nobilisimos espi- ritus del cielo; porque, gquién es el mdvil de todos los obsequios que se hacen al cuerpo difunto de Jesus? gQuién anima 4 los dos discipulos, antes timidos y ocultos por miedo de los judios? , Quién los anima, repito, para que se manifiesten , para que seavisten con el presidente, y con fuerza y animo pidan el tesoro desconocido de los judios, azotado y muerto con tanta crueldad? ; Ah! Maria, si, la herdica y constante Madre que ha estado junto 4 la Cruz de su Hijo, es quien procura que su Hijo sea bajado de ella, y sepultado con los honores debidos 4 la Divinidad; «ella se llega a José, y le suplica que le conceda la gra-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz