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114 demonio contra Dios; aqui ha de acabar de desahogarse, asestando mayores tiros y aumentando sus fuegos. _ Despues de haber sido Jesus arrastrado por las calles; despues de haber caido tres veces, llega al Monte Santo, donde ha de plantar su sagrado labaro. ;Oh qué horror! Desposeidos sus enemigos de toda humanidad, le hacen beber hiel amarguisima, para que ni por dentro ni por fuera hubiese parte sanay sin tormento en el pacientisi- mo Jesus. Extendida la Cruz en el suelo, despojado Je-, sus por la tiltima vez de sus vestiduras, sus manos y piés son horadados con ferocidad y enclavados al madero; al poco, conpicas y lanzas, con escalas y maromas , es ele- _ vada la victima, y fijada la Cruz en la cima del Calvario, queda el ilustre reo suspendido entre los cielos y la tier- ra. ;Ah! Entramos ahora en un océano insondable, ama- dos mios; 0s suplico me perdoneis si me extiendo de- masiado. "ee Cuanto ha pasado a Jesus en la Pasion, es contrario a las leyes: Pilatos, el magistrado romano, es el primero que infringe los Estatutos y sanciones de aquel pueblo. Mandaba la ley que todo reo condenado al ultimo supli- cio fuese azotado despues de pronunciada la sentencia; pero Jesus es despedazado por los sayones antes que el presidente haya subido al tribunal ; mandaba la ley que los azotes se diesen con varas, pero Jesus es azotado con gruesos cables y con duras cadenas; mandaba la ley que antes de ejecutarse la crucifixion se diese al reo un vino fuerte y suavisimo, para que, embriagado con su fuerza, no padeciese dolores tan crueles; pero 4 Jesus no se le propin6 sino mirra amarguisima. ; Crueles judios! «Simu- _ labais compasion y humanidad, y dabais 4 Jesus un con- dimento inhumano!» (San Cirill. Al., lib. xm, p. capi- tulo xxxv). 4Cémo se halla esta victima en la Cruz? jAh! Sus manos y piés son cuatro fuentes que brotan la san- gre a raudales; su cuerpo se halla sin movimiento , por- )