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Y aqui, amados mios, mi espiritu se aniquila. ; Qué © ignominia para Jesus ser comparado con un asesino y ser ménos digno de vivir que El! | Qué iignominia para Jesus ser atraillado de tribunales en tribunales, de jueces en jueces, todos venales , todos injustos y malvados! Conra- . - zon habia dicho por boca de David que no era hombre, sino gusano, oprobio de los hombres y desecho del pueblo, porque los improperios se multiplican de tal modo sobre Jesus, que mds parece en su Pasion un insecto abomina- ble, hollado y pisoteado de todos , que no hombre, por vil y abyecto que sea. No os diré que sus enemigos llevaron el encono hasta el extremo de perder todo vestigio de humanidad, pues estando en la Cruz oyé los mayores insultos de boca de los fariseos, los cuales le decian que bajase de la Cruz si era Hijo de Dios, 6 le traian 4 lame- moria su potencia miraculosa, diciéndole que la pusiese en practica en beneficio de si mismo. Tampoco os ha- blaré de la algazara de la chusma_ de Jerusalen, para la — cual el diade las afrentas de Jesus fué dia jocundo yfes- tivo, pues toda la ciudad se trasporté al pretorio 4 pedir su condenacion, y subid al Calvario 4 deleitarse en ver ejecutarlo; se ve en todo esto un pueblo furioso, entrega- do 4 la embriaguez de las pasiones; un pueblo que por sus crimenes merecié ser el ejecutor de la mas horrenda maldad que vieran los siglos; pero tambien se ve 4 un Dios que emplea todo su poder para destruir la culpa. La victoria es de Dios, no lo dudeis; Jesus no recorre las calles de Jerusalen sino cubriéndolas todas de igno- minias contra su persona; sus casas, sus patios han de ser salpicados con su sangre, y esta sangre es como mal- dita y execrable; Jesus no subira al Gélgota sino entre facinerosos; nadie querra ni tocar el palo donde ha de morir; no importa; El mismo lo Ilevara en sus hombros, morira entre afrentosos denuestos, morira abandona- do de sus amigos, vendido por un discipulo y negado