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tremo de hacerse gran Profeta, hijo de Dios y Mesias; para conséguirlo, le cubren los ojos, le hieren por todas paftes, diciéndole con denuesto que adivinase quién era el que lo heria. Prophetiza nobis, Christe, etc.; de sus ma-- nos pasa & las de la muchedumbre de criados plebeyos y groseros, que, arrastrados por el mal ejemplo de sus se- fiores, hacen los mismos ensayos con Jesus. ; Oh qué noche tan cruel fué ésta para Jesus! ;Guan humillado y despreciado se vid! Cada cual de aquellos malvados heria su rostro venerable; cada cual lo ensuciaba y afeaba con sus esputos; cada cual se divertia con El, repitiendo la misma ironia: Prophetiza nobis, Christe; quis at qui te percussit? __ De estos insultos, perpetrados en el siléade de la no- che, pasa Jesus 4 sufrirlos en medio de una ciudad; an- - siosos los pontifices de que Jesus muera como un facine- roso, hacen que pase de su Tribunal eclesiastico al civil, en ‘donde es condenado despues de pasar por mil escenas. de afrentas. Oidas que fueron por Pilatos las causas crimi- nales que presentaban contra Jesus, reconoce en éste un sér extraordinario; no se le ocultaban sus acciones , pu- blicadas muy de antemano por la fama, y confrontadas ' con las palabras atentas, humildes y sdbias que Jesus. pronuncia en presencia suya; se persuade que era ino- cente en todas sus partes, y que sdlo la envidia podia ha- ber echado mano y capturado Aaquel justo. 4Cémo lo ha ~ de salvar, cuando en la publica plaza dice el Cuerpo le-, gislativo de aquel pueblo que ellos tienen su ley, y que, segun ella, debe morir? g0dmo lo ha de salvar, cuando el pueblo, que cinco dias antes lo recibiera en triunfo, esta amotinado y pide 4 grandes voces que lo ponga en una Cruz? ,Cémo lo ha de salvar, si hombres y mujeres, chi- cos y grandes, nifos y ancianos, le amenazan con que si lo pone en libertad ha de ser tratado como enemigo del Gé- sar? En vano excogita medios para llevar 4 cabo lo que-