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que desprecié en sus afios juveniles cuanto el mundo po- dia brindarla ; se encerré en un monasterio,y eligié para vivir una celda solitaria, donde no hay sino cuatro tabi- ques con alguna estampay una efigie del Crucificado; -y esta tan enamorada’ de su soledad, que la consagra cantos llenos de unaPeepeentle que mas propia parece de yo para mi amado, y para mi amado yo, el cual se recrea entre azucenas /Cant., cap. Iv, vers, 2), pone en los labios de ella estas palabras, nepieto con sus — ; - Cantarle he un cantarcico Por barlar el pensamiento; — No os parezca atrevimiento "Lo que en él digo, os suplice. : ; Tal para lal Somos yo y el mi zagal. Aunque zagal pulido, | ae ep Bs Rey grande y yo Pastora F El alla en la cérte mora, Yo en el campo muy florido. Supuesto que quiso amarme : Y consigo desposarme, eae: Ya soy yo de casta real. , Tal para tal t Somos yo y el mi zagal. Si él és lirio, yo soy rosa ; rib Yo su nardo, é)'mi azucena. Mi blanco él, yo su morena; El mi hermoso, yo su hermosa; Fil es bello, y yo soy bella; El mi sol, yo soy su estrella; El cielo, y yo celestial. Tal para tal Somos yo y el mi zagal. Si él es Rey, ya yo soy Reina: Si do pisa nacen flores, Mi huella produce olores. Yo no peno si él no pena; El es mio, yo soy suya. Dame el alma, y se la doy, Pagandole por igual. Tal para tal Somos yo y el mi zagal.