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lenguaje, un solo modo de saber ha_habido en nuestra Espafia por espacio de diez y nueve centurias. Sabiduria — catélica, ciencia catélica, poesia catélica, conversaciones _ tatdlicas, literatura catélica, es lo que forma el ameni— simo jardin de la ilustracion de nuestra pétria. - Trescientos afios ha que el protestantismo anda , como tigre escondido entre malezas, acechando para ver si puede dar su salto: otro tanto tiempo ha, poco mas 6 ménos, que el jansenismo se asomé por los montes de Pirenne ; pero ni la asomada de éste, ni el salto que por fin ha dado aquél, han dado todos los resultados que es- peraba conseguir la herejia. Ahora anda por la nacion catélica algo de protestantismo ; pero... ésta de paso. Esto es lo que se llama negociar con los talentos que Dios da 4 los hombres: esto si es estimarlos, reconocer al Dador, consagrar & su servicio lo que se ha recibido de fl. Y esto es nuestra gloria nacional, en lo cual, ni tene- mos quien nos la dispute, ni quien pueda arrancarnosla. jCosa singular! Bien sabeis que en el siglo rv del Cris- tianismo hubo unos hombres fanaticos, Hamados los pris- cilianistas, quienes quisieron inficionar con sus dogmas ‘pestilentes las llanuras de Castilla y las cumbres de Leon; pero estos hombres no pudieron radicarse en un pais donde no habia mas que un lenguaje, el del Cristianis— mo: para poder dar vida 4 sus errores tuvieron que fran- quear los montes de Pirenne y establecerse en las Galias. Cuatro siglos mas tarde aparecieron otros hombres erré- neos, denominados los adopcionistas, porque hacian a Jesucristo Hijo de Dios adoptivo, como nosotros lo so- mos, no natural, como es £1; pero ese lenguaje no pudo prevalecer en el seno de nuestra patria, cuya lengua pa- rece que no es lengua si no es catdélica. El adopcionismo vivid ménos que lo que vivieron Elipando de Toledo y Félix de Urgel, acusados por algunos de ser sus autores. Hé ahi descrita en cuatro palabras la historia de las