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que magneticeis las pupilas de los miserables.» Y al decir ‘ esto, les han dado sus titulos y diplomas, 4 quién de Obispo, a quién de diacono, expedidos en Léndres, en Nueva York, en Berlin, por los jefes de las sociedades biblicas, es decir, por comerciantes, por masones, por ateos, sise ofrece. Ni se contentaron con esto, pues tam- bien expidieron diplomas de diaconisas, para que éstas se introdujeran en las casas, quién como peinadora de seforas, quién como modista, y propagasen el evangelio de Lutero, Calvino, Beza y appre Pero beané ha . sucedido? Estos pobrecitos , seducidos antes y wodeildek ultima- mente, aun estando entre los protestantes, no lo eran en su corazon, ni tenian paz en sus almas; una aldaba les daba golpes sin cesar; una voz salia de lo intimo de sus conciencias, y decia 4 cada uno: « Acuérdate de que eres espaiiol; de que todo espafiol es catdlico; ten presente que fuiste engendrado por el Bautismo para tu Madre la Igle- sia catdlica. » Esta voz los llamaba sin cesar; y cuando han vuelto @ su patria, se han encontrado solos y aisla- | dos como aves del desierto; aqui han respirado aire caté- lico, pues en Espaiia hasta la atmésfera es catdlica, el . hablar catélico, el sentir es catélico, y me atrevo 4 decir que hasta el pavimento de toda esta nacion despide jun aroma de catélico. Su corazon se ha encontrado oprimido, su alma agobiada hasta que han conocido la causa; la cau- sa era el haberse dejado seducir por los fabricantes del error ; pero, ayudados de los auxilios del cielo, y movidos por el ejemplo de sus compatricios, é instruidos por las” palabras de sacerdotes celosos , han abjurado el erroryy han venido adar gloria 4 Dios en presencia de la Iglesia - catolica, cuyos hijos protestan que han de ser para siem- pre. El protestantismo nos ha hecho por esta vez dos fa- ? vores, pues 61 mismo, aunque inconsciente, ha devuelto a Espaia y 4 la Iglesia sus propios hijos.