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quienes predicaban el Evangelio: al contrario, les dice. que les prediquen renuncia de las riquezas , abnegacion de si mismos, mortificacion del cuerpo, trabajos y cruz: 4qué clase de apéstoles son esos, por tanto, que llevan consigo caudales cuantiosos para darse ellos vida rega— lada, é ir ensefiando el oro 4 los pobres, para inducirlos 4 que vayan 4 sus capillas y persuadirles de que, hacién- dolo asi, no padecerin hambre ni privaciones? Ved, ama- dos hijos, la diferencia inmensa del ministro de Satanas al de Jesucristo; se me ha dicho que los cinco 6 seis pre- dicantes del protestantismo en esta capital tenian en caja 4 fines de afio ochenta 6 cien milduros. ;Ah! Todos los obispos de Espaiia juntos y todo el clero de esta nacion asendereada no tienen tanto, ni quizas la milad, pues bien sabcis que algunos de esta sagrada clase tienen que trabajar, quién en el campo, quién en caminos de hierro, para no perecer, y 4un algunos se han muerto de ham- bre. Pero éstos llevan en su pobreza herdica el signo inequivoco de su misioncelestial, pues al mismo tiempo, niel hambre ni la persecucion los apartan de la senda de su deber. 3 Ahi os andan diciendo esos apédstoles del oro , que vie-- nen 4 daros el pasto espiritual de la palabra divina gra- tuilamente, que los sacerdotes catélicos venden las cosas sagradas , con otras cien necedades por el estilo. ; Hipo- cresia abominable! ; Farisaismo impio! Pues esos mismos que os predican esos absurdos, son hombres que tienen cinco 6 seis mil duros al aiio; gy para qué? Para ir cada domingo 4 sucapilla, abrir la Biblia, leer un capitulo y predicar despues contra la Virgen, 4 quien despojan de todas sus excelencias; contra San Pedro, quien dicen que nunca vino 4 Roma; contra el Papa, 4 quien llaman el Anticrislo; contra los sacerdotes, 4 quienes motejan de vendedores de Ja palabra divina. Y éstos son los te— “mas favorilos, y casi exclusivos, que inspiran materia