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mitas, y se les empezaba 4 arrojar de las regiones del Occidente que habian ocupado con la fuerza brutal: con- -cluia el décimoquinto, presentandose el Occidente com= _pacto, unido, ilustrado y civilizado, y dirigiendo sus miradas 4 los vastisimos continentes que se acababan de descubrir, y en los cuales habitaba una gran parte de la humanidad desconocida hasta enténces, la cual entraria muy pronto en consorcio con el resto del mundo. ' Espectaculo como el que presentaba el siglo décimo- -sexto en sus primeros afios no se habia visto jamas. El Occidente entero, uno en su Dios, en’su fé, en su bautis-' mo, presentaba los sabios por centenares, precedidos de doctores que habian ilustrado 4 la humanidad, y al lado de los cuales palidecian todos los sabios de Grecia y todos _ Jos fildsofos de Roma: presentaba monarquias poderosas, llenas todas de Universidades, de Basilicas, de asilos de heneficencia, y respetadas por los enemigos de la civili- zacion del Evangelio. Pero al mismo tiempo presentaba tambien los anales de la civilizacion de que gozaba, yno | podian abrirse sin leer en ellos el origen de tanto bien como el mundo poseia: alli estaba escrito que los Papas de tres siglos habian muerto combatiendo contra la fero= cidad pagana’, siendo esta misma la suerte de la mayor parte de los Obispos, y la de sacerdotes y fieles sin nui- mero: alli contaba que, siglo por siglo, los. Vicarios de ‘Cristo habian estado reprimiendo el despotismo de los principes que abusaban de su poder, condenando los -errores que se leyantaban para destruir la verdad, de cuya permanencia en la sociedad dependia la fastens _y la civilizacion que habia aleanzado: alli se veia que = para lograr este fin habian enviado Obispos y misioneros al Albion, 4la Germania, 4 Rusia, 4 la Moscovia, 4 la Hungria, habia reunido Concilios, awiade embajadores 4 principes, reprimido sus libertades, privado de sus honores cuando tiranizaban & los pueblos, y de a comu- ‘