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voluntad y el espiritu, asemejandose al Padre yal Hijo por esta unidad de pensamiento y de accion: de tal: ma= nera que, asi como ellos son una misma cosa por esen- cia y naturaleza, sean los creyentes una misma cosa por | la unidad moral del consentimiento y de la creencia en la verdad tevelada. El protestantismo destruy6 esta uni- dad, y una vez deshecha ésta, volvia el linaje humano 4 la pluralidad innumerable que tuvo en tiempos pasados, _ por no haber profesado el dogma fundamental de la cons- titucion de la sociedad humana, el — de he unidad de Dios. La perfeccion del hombre y de la sobiedud no o puede subsistir sin la unidad, como lo han reconocido los mis- mos fildsofos paganos. «Conviene, decia Epitecto (Libro ad Arrian.), que todos los principios converjan 4 uno, to- das las hermosuras 4 una, todas las verdades 4 una ver- dad, todos los bienes 4 un bien, y todas las cosas divi- nas 4 un solo Dios, asi como todas las unidades 4 una ‘unidad que es tres veces una.» Lo mismo decia Macro- bio (Lib. 1, in somn: Scipion.): «La unidad, dice, es el principio y el fin de todas las cosas, y como ella care- ce de principio y de fin, nos conduce al Dios sumo.» Lo mismo tambien afirma Trimegistro con estas palabras: «La unidad es el origen de todo, y contiene, como raizy ‘principio, todos los nimeros: nadie la puede abarcar, y ella engendra 4 todo niimero, sin que ningun nimero la engendre a ella, y esta es la imagen de Dios.» (Trime- gist.: in Pimandr.) ;Y qué! {No nos esta demostrando este mundo visible que la unidad es la condicion esen- cial de su existencia, de sus movimientos y de la influeti- cia eficaz que ejercen, unos en otros, todos los objetos que lo componen? Cada uno de éstos es una unidad, con- siderado en-si mismo: uno es el sol, uno cada planeta; una es cada estrella, una es la tierra , unoel mar, wna la fuente , uno el rio, uno es el roble, una la yerba que se

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