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400 _ pulso sobrenatural, lo recibe con las demostraciones triunfales propias de sus Reyes y capitanes victoriosos; pero todo esto’ era una apariencia ; sus corazones no res— piraban sino deseos de grandeza y riquezas; la Religion de Moisés no conservaba sino la corteza; la iniquidad y rapifia habian sucedido 4 la buena fé y al desinterés reli- — gioso, y 4 los pocos dias darian testimonio de su obsti- nacion , pidiendo 4 gritos la muerte del que les enseiié & ser caritativos, humildes y mansos como El, pobres y mortificados como £1, amantes de la verdad, fieles servi- dores en espiritu del Padre celestial; y al contemplar esto Jesucristo prorumpe en llanto amargo , porque a la ceguedad de Jerusalen va 4 suceder su ruina; se vera ro- deada de enemigos que la apretaran por todas partes, la destruiran y aniquilaran: Circumdabunt te inimici tui - wallo. 4Y por qué, amados mios? Porque se habitud al crimen, y la voz de la conciencia no resoné en sus oidos, persuadida de la santidad de Jesus, convencida de la veracidad de su doctrina, de la divinidad de sus mila- gros; no quiso seguir sus preceptos, ni adoptar sus maxi- ' Manas, ni creer sus palabras, ni reconocer en él un envia- do de Dios: Ho quod non cognoveris tempus visitationis tue. Y esto cabalmente sucede 4 las almas que, despre- ciando una vez la gracia, van amontonando sus crimenes - Circumdabunt te inimici tui vallo; si: cada hombre es una Jertisalen visitada por el Sefior con la abundancia de sus misericordias ; si corresponde 4 sus llamamientos, ten- dra el amor acendrado de una Magdalena, y el valor y constancia de un Pablo; pero si ahogare los impulsos di- vinos, sera un fariseo obstinado, un Judas endurecido, un Caifas abandonado: Circumdabunt te, etc. Por todas partes se vera rodeado de pecados, y, en vez de temerlos, se alegrara y regocijara, como lo hicieron los judios en el asedio de Jerusalen; se obcecara y endurecera hasta el