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dose Reducido el neg.° a Materia de Justicia y solo aguar­ dando la buelta de la corte a Madrid q. estaua ya efectua­ da y solo esperaban a su .Magestad para alcanzar La suya no dificultándose nada de parte del consejo Heal Uniendo al presidente q indubitablemente La asiguraba tanto q. por orden suya se hazian Las diligencias dichas de preve­ nir cassa, Iglesia, Venir Religiosos y aun hazer preuision de sayales para reciuir algunos nouicios q. ya pedían el habito. Estando las cossas en este estado como si La sobrada confianca Viniera Invitando a la fortuna se troco toda la prosperidad en confusion, Pues estando hechas todas Las diligencias de parte del ordinario para despachar La licen­ cia nos entretenían en Palabras sin ver q. obrasse nada el afecto q. auíamos esperimentado antes, lo mismo era Res­ pecto del Conde do Miranda q. siendo tantas las demostra­ ciones y promesas, despues auiendo Venido su Majestad a Madrid y su consuegro el duq. de Lerma visitándole en ocasion de auer parido su hija, siendo la mas propia para librarse en ella el alcanzar esta gracia No se voia eficacia en cossa sino Vna suspensión en todo q. ya de la seguridad conzebida se auia pasado a desconfianza en La cual nos confirmaba Ver muy orgullosos a los contrarios auiuar las diligencias do su contradicion sin perdonar oras ni tiem­ pos, pues a las 10 de la noche y mas se veian frayles des­ calzos con linternas andando en ellas y ya como por Bata­ llón de todo su esfuerzo para que nos persuadiésemos a que era forzoso el desistir de nuestra pretensión nos daban por los ojos con el memorial que sacó entonces el p. Sossa )> cuio desmedido proceder nos declaraba bastantemente La fuerza q. auian puesto en descomponernos y Resistir a nra entrada en Castilla. Desta suerte estuuieron aquellos Pl\ mas dias de los q. la moderada paciencia pudo tolerar pues ya tanto se desea­ ba el desengaño en esta confusion como otra cossa auien- dose atemorizado el deseo de la que lo ora principal soli­ citaba también el buon duq. do Maquoda con su fauor y diligencias nuestros negocios y asi apretando La dificultad Vino a saber del Doctor Garai quo era el Juez eclesiástico desta causa q. el Duq. do Lerma auia enviado Recaudo al Sr. Cardenal q. el lley mandaba se suspendiese La licencia de la fundación de los capuchinos, y asi dozia el, que mien­ tras no so quitase aquel impedimento de arriba no po­ drían olios dar paso en aquel negozio. Finalmente para acabar del todo de salir de Aqueste encanto Rogo a Don

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