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A | nc fa: 2 Po A =. A AE 1 Po A di 60 ion reina TH. obligacion de: un culto; y dán razon de las ins tituciones religiosas ; quales son >los'sacrificios; las oraciones, los«cánticos sagrados y las divinas alabanzas y-los! sentimientos de reconocimiento y amor que dirigimos al Omnipotente. _Aquíraparece ya la necesidad del culto inte= rior y texterioricon que «confesamos "nuestra de-= pendenciayila soberanía de Dios.:El culto inte= rior'/ porque:el hombre tiene un cofazon y-una alma éspiritual, y la adoración , el amor, la con- fianzas la invocación , el reconocimiento , que constituyen eb verdadero culto , dimanan del co- razon y-elespírivo 5 y el culto exterior, porque sostiene, “alimenta y manifiesta el culto interior; y: púrque es justo que la parte material del hom= bre»; su cuerpo y sus sentidos contribuyan á glo= rificar 'á su Criador. He dicho con advertencia que el: cultov'exterior sostenía y” alimentaba el eulto interior, porque el! hombre' tiene necesidad de fixarse y” variarse por los objetos sensibles; Resultaria inevitablemente. una. incertidumbre; una dislocada divagacion de la mente, y un.ex = travio de la imaginacion:, sino se la fixase en al- gun piadoso objeto ; y' este fastidiaria-y se haria enojoso , sí nunca se variase por algun otro ob- jeto virtuoso: Ved:ahí la necesidad de los sagra- dos cánticos, del solemne aparato de los augts- tos sacrificios ¿ del magestuoso espectáculo de las ceremonias religiosas y de la modestia y recogi- miento que acompañan “una actitud decente y respetosa. ¿ Y todo esto no contribuye poderosa y. eficazmente á fixar la atencion del espítitu, y