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Sobre la éxístencia de Dios. 31 mejor demostrar la existencia de Dios , que refi- riendo los despropósitos que necesariamente pro» fieren los insensatos que en su corazon, en sus palabras ó en sus escritos la niegan? Corrupti sunt y et- abominabiles facti sunt in studiis suis. Ello es un problema : si la religion es mas respe- table; y. augusta porel carácter de:Juz y de wer- dad que encierra en sí misma , Ó:por las extrava» gancias y delirios que la ciegaimpiedad le subs- tituye quando trata de :oponersele. Lo cierto es, que en este asunto no.se puede demoler ni des- truir con una mano, sin edificar y sostener con atra. No se: puede destruir la existencia de un Dios ,:sin.caer enel absurdo de: hacer eterna la criatura. No se: puede negar la espiritualidad é inmortalidad del.alma del hombre , sino probando que la materia es capáz de las mas sublimes inteli- gencias. Es imposible: negar la: ¡providencia de Dios, sin precipitarse enla idea horrible de un Dios sin sabiduría, sin santidad y sin justicia. Ved hijos mios., Con quánta razon ántes de demostrar con pruebas irresistibles la verdad de la santa reli- gion que - felizmente profesamos ¿, he procurado daros una ligera idea de las.extravagancias y de- lirios de los.que frenéticos la contradicen; Pero nosotros, que pensamos de Dios en bon- dad, ¿quánta utilidad sentimos en persuadirnos que existe un Criador que en el principio sacó de la nada los cielos y la tierra? ¿Que mantiene, conserva y dirige todas las criaturas que pro= duxo su mano omnipotente? ¿Que nosalumbra con-la luz del.sol, la luna. y las estrellas? ¿ Que