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$ e lr a 276 Srmon X. tuitamenté por Dios cón la fé, la” esperanza, la caridád'; la inócencia ; la gracia y otros donés sobrenaturales, Sicrido: muy particular entre ellos la herencia de la gloría. Todos estos bienes fue= ron una púra gracia del Señor: fueron un efec= to de su bondad y magnificencia , con que ador= nó al hombre, y le: puso'en un estado felíz , di- choso y “santo. Pero esta bienaventuranza tem- poral que'el hombre gozaba en el segundo es- tado de la naturaleza perfecta, y la eterna que se le prometió , no era absoluta , sino condicio- náda';*esto es , pendiente de su obediencia y sus mérivos. Impusole. un precepto muy suave, y sin embargo Adan desobedeció á Dios, quien sin la menor injusticia le pudo desde aquel ¡ns- tante arrojar á los infiernos como á los ángeles rebeldes. No: lo" hizo por un efecto de su mise- ficotdia's ántes le 'lámó 4 penitencia , le espe= tó 4 'pemitencia”, y le. reconcilió consigo: por medio de la santa penitencia. Pero 'esta fué una pura gracia de su misericordia , y la justicia de- claró desde aquel momento al hombre delingijen» té, Y sujero á Ta muerte en que: incurrió por su pecado, y á: las demás miserías!, que desgra= Ciadamente experimentamos : desde aquel mo= mento se cerró para los hombres el cielo , y se les privó de la vista clara de Dios como de unos beneficios indebidos por:no:haberlos querido al- canizalr “con: la:observancia ide dos preceptos del Señor, “que «exa lá condicion que el:mismo Dios le habia puesto, Este! es el tercer “estado; que Hamatrios antes de la-nauwraleza corrompida por - M