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Verdad de las profectas y milagros. 223 das, el mar obedeciendo á la orden del Omnipo- tente” cae sobre todos , los envuelve entre diz luvios de espumosas olas , y no dexa ni á uno solo con la:vida; mirad el monte Sinai cubierto de la. Magestad del «Eterno , para 'intimár con Jamás vista solemnidad la divina dey 4 $u'Pue- blo; miradle alimentado por: el espacio de'qua- renta años con un maná llovido del ciélo ,'sin que ántes ni despues hubiese 'visto el mundo ali= mento tan prodigioso : mirad saciada la sed de millones de personas y animales con una agua milagrosa qué brota una peña, herida “con una vara ; siendo no «menor. prodigio que la misma piedra les seguia en sus marchas , para que en todas experimentasen el beneficio de sus crista- linas corrientes: mirad con espanto comó la tier- ra tiembla , como se abre, y como traga'en sus profundos senos á vista:de todo:el Pueblo á Core, á: Dathan y otros muchos rebeldes murmurado- tes: mirad al sol.como suspende su veloz cara rera por dar tiempo á la nacion santa para cómo pletar- la derrota de los Idumeos: mirad “des- trozados los muros fuertes de Jericó, y espari cidas sus piedras por el suelo al sonido de las trompetas del exército de Josué: mirad á un Angel del Señor -exterminando en:mna sola noche tropas innumerables +ved como, baxa fuego .del cielo 4 la presencia de-un reynoridólatra , pora cónsumir milagrosamente la víctima que ofrecial á Dios eterno un fiel ministro suyo, reproban= do auténticamente las:que le ofrecian los»impios sacerdotes de Baal : mirad-on: puñado de hom-