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Sabiduría y santidad de fesu-Cbristo. 187 trucciones sobre algunos particulares , idlos es= cuchardo con atencion. Volved á“leer el Evan- gelio:, y hallareis en él que Jesu-Christo ha da- do á los Reyes, á sus Ministros, á los Sacer- dotes , y á los Grandes del mundo, todo lo que es debido á la dignidad de que estaban reves- tidos. Pero reflexionad que jamás les dió nada de más.” Nuñnica elogió sus talentos , su grande- za';'ni sus riquezas 3 solamente alababa la vir- tud. Lo que mas estimaba y honraba en el hom- bre , era el "hombre mismo ,.ó la dignidad de su' naturaleza huúmana', 'que él mismo”habia dig- mificado “uniéndola á su divinidad. ¡O qué vir- tud tan rara "¡O qué santidad tan heróica! *' Leamos el Evangelio , y hallaremos que Je- su-Christo no hizo otros milagros que los que convenia hiciese un Hombre-Dios. Si da vista 4' los ciegos, oído 4 los sordos , habla 4 los mu- dos, salud: á los enfermos, y vida'á los 'muer- tos: si arroja los demonios , si serena las tem= pestades , sí multiplica los panes: si descubre los peñsamientos máas'ocultos de los hombres: si todos los elementos le obedecen: silos” Ange=; les "le' sirven : si los hombres y los espíritus in-> férnales tiemblan en su presencia: si el sol y la luna se obscurecen , si las piedras se parten, si el velo del templo” sé rasga ¿si los sepulcros se abren, y los 'múertos quándo mueren vuel=> vén 'á la vida: si él mismo resucita : si resuci=” tado come , bebe, habla , camina , enseña , Íns- trúye, y al fin sube á los cielos á la vista de' tantos testigos ; en ninguno *de “estos grandes - Aa 2 ia