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Divinidad de la religion católica. gy tuarse esta. union-aunque nose comprenda por lavrazon , comio realmente no “se comprende la union de la naturaleza del alma inmortal al cuer- po mortal : ved ahí la posibilidad de la encar- nacion del divino Verbo. «Las apariencias no dicen union necesaria con la materia ; ellas pue- den separarse : aquí teneis. la posibilidad de la presencia real de Jesu-Chtistocen la Eucaristía. La separacion del alma y el cuerpo, no dicen oposicion esencial con una nueva union : ved ahí la posibilidad de la resurreccion general. La na- turaleza no dice conexion necesaria. con éstas ó las otras Jeyes precisamente; el que las: puso puede interrumpirlas 6 dispensarlas : aquí teneis la posibilidad de los milagros. La unidad de na- turaleza , ¿qué oposicion dice á: la qpultiplicidad de las personas? Ninguna. ¿Pues en dónde está la imposibilidad ó repugnancia del adorable misterio de la Trinidad? Acabemos de confesar de buena fé , que nuestros santos dogmas nada tienen que sea evidentemente contrario á la razon. Si el que no los comprende , no debe creerlos ; tampoco, debemos creer que vivimos, porque á la verdad no comprendemos cómo vivimos. Tampoco debe- mos creer que pensamos , porque no alcanzamos á conocer cómo sea nuestro pensamiento. ¿Quién negará que caminamos , nos sentamos , nos mo- vemos , hablamos , vemos y oimos? ¿ Y quién ex= plicará cómo el alma espiritual imprime su accion y movimiento en el cuerpo ? No Señores. No es solamente en la armonía del univérso , en el mo- vimiento periódico delos astros y en la natura- Tomo I, N

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