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7 á la doctrina de) Evangelio. Este trastorno no'es an el fin, sino una aproximación hacia el fin. Jerusalén se verá cubierta de luto; es necesario que conozca su crimen horrendo y que sienao la escogida y predi- lecta fué rechazada y repudiada por no haber queri- do reconocer al Mesías. n Respetables sucesores de los Apóstoles, no dejeis usurpar el derecho de la potestad que os fué entre- gada por el benignísimo Jesús, dueño absoluto de todo lo criado. No dejeis ni consintais que la Iglesia sea gobernada por lo que no sea el representante de Cristo en la tierra, pues al Papa le está prometida la asistencia del Espíritu Santo, y á otro nadie (y no á otro alguno ó á nadie más).-Tencd siempre presente lo que ví y oí en la visión de las violetas. El Príncipe de las tinieblas anda suelto por el mundo perdiendo á los hombres y cegándolos con mil engañosas apa- riencias; está armando lazos y trampas para ir poco á poco enredando y envolviendo á los sucesores de los Apóstoles á ver si consigue que el gobierno de la Iglesia vaya á parar á almas tibias, sin fe é hipóeri- tas, á manos de aquellas personas que ofrecían á Dios las violetas, para de ese modo aniquilarla sin que os deis cuenta y hacerla desaparecer poco á po- co. ¡Ay de nosotros el día que desaparezca la Iglesia; con ella desaparecerá también el mundo! Con capa de protección, con muestras de respeto y veneración y hasta valiéndose de la misma doctrina del Evange- lio, se quiere achicar á la Iglesia, quitarla su presti- gio y despojarla de su libertad y de sus derechos. Más fácil es á los impíos achicar y disminnir la Igle- sia de esta manera que no combatiéndola de frente y á cara descubierta. Y sino ved como los protestantes mezclan sus invenciones con la doctrina del Evan- gelio á fin de lograr que las almas sencillas no 'ad- viertan la cizaña de sus errores; poraue sin esta ca- pa de religión, no podrían engañar á las almas ni echar la mano á la Iglesia. Es necesario arrancar á los hipócritas su antifaz para que no puedan dañar á la Santa Iglesia. Habrá que hacer grandes esfuer-