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¿nod 2 AMA lA Ni ME Ba Mill Jscc y by 26 dad de su postración actual y para las cosas del “libro de los siete sellos”. Repetidas veces me ha dicho Hermana Cruz por escrito lo siguiente que ha entendido en sus visiones y locuciones interiores: “En aqulla gran estrella que ví y por la cual anuncié á Vd. la pronta terminación de la guerra, la peste y el hambre, las gotas de sangre se fueron re- cogiendo como formando un capullo entreabierto en la mitad de la estrella. Esto indica que la paz de aho- ra no es verdadera paz, que es paz poco duradera; es una tregua que Dios en su infinita misericordia con- cede aun al mundo antes de que llegue el golpe fatal. Urea Vd., señor, firmemente que hasta que yo ú otra persona vea de nuevo la estrella toda blanca y sin mancha alguna de sangre, no se dará la paz verda- dera á la Iglesia ni al mundo. Cuando los hombres estén más seguros y confiados pensando que se na conseguido por fin la verdadera paz, estallará repen- tinamente y de sopetón la guerra entre las naciones; esto indica aquel rayo horrible seguido de cuatro colas inmensas, ensangrentadas y unidas por cintas de varios colores de que hablé á Vd. el 11 de abril y el cual sigue amenazador en el espacio. El trastorno, en que entonces se verá el mundo, causará más es- tragos que los que han causado últimamente la gue- rra y la peste juntas. La desolación será general, es- pantosa é inaudita: se cumplirá todo lo que dijo la V. Isabel Canori Mora; los sacerdotes serán perse- guidos y se les querrá despojar de sus derechos y li- bertad. Habrá señales en el cielo y en la tierra; sal- drá fuego de la tierra, y se abrirá esta, hundiéndose muchos edificios; habrá grandes tinieblas, el sol y las estrellas se retirarán como negándose á prestar sus servicios á los hombres, que tan ingratos y re- boldes son contra Dios. Las gentes andarán atónitas Y pasmadas mirándose unas á otras y sin saber qué hacer. Llenos de cónfusión los hombres y no pudien- do entenderse unos con otros para nada, se verán dbligados á clamar por Cristo y acogerse á la Cruz y