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18 quillo, Le pareció aquélla cama muy suave y regala- da y que, en vez de hacerla sufrir, le restituía las fuerzas perdidas, dándole un descanso muy dulce y reparador. Permaneció acostada de esta manera hasta que entró en casa uno de la familia; se levan- 46 al instante, deshizo su improvisada cama, y para que no se dieran cuenta de que había llorado, y al mismo tiempo descansar algo más, se acostó en su cama ordinaria. Al momento sin perder la concien- cia de que estaba acostada en la cama y dándose cuenta de todo lo que la rodeaba vió delante de sí dos altares, uno enfrente de otro; un altar era muy po- bre, sin imágenes, sin adorno ninguno, sin luces y sin brillo alguno; un altar completamente desnudo y frío; junto á este altar vió bastantes ropas blancas, algunas de las cuales estaban muy limpias y bri- llantes, pero la mayor parte estaban turbias y dene- gridas, y hacía falta mucho trabajo para ponerlas claras, El otro altar contenía riquezas infinitas y te- .soros inmeñsos, los cuales estaban ocultos y encu- .biertos con un velo ó nubecillas que había delante del altar; de ambos lados del altar salías resplando- res tan suaves, tan lrermosos y tan brillantes que no hay en la tierra cosa alguna con que poder compa- rarlos, y toda claridad se volvería obscura en su presencia. Detrás de este altar había dos grandes ca- ños de oro finísimo, los cuales estaban tras una gran verja de hierro cerrada con candados muy fuertes; al principio no podía ella comprender qué era esto, y un personaje, al parecer muy bueno, al cual no co- noció, le dijo que aquello era una mina de aguas vi- vas; entonces se fijó ella más y vió claramente que aquello era en realidad una gran mina ó fuente de agua; pero los caños no vertían ni una gota de agua, y para conseguir que vertieran agua era necesario quitar aquellos cerrojos y candados y romper aque- lla verja. Comprendió muy claramente que en aquel altar estaba el Corazón de Jesús sin dejarse ver y co- mo oculto tras un velo blanco, esperando con ansia que las almas piadosas luchasen y le hiciesen vio-