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MISION algo, le decía, el fruto de la pala bra de Dios, aunque en lo principal Ñ St nada funciones ó más grave, ve de adelan to. Entre de rea, lengo entendido por cierto, que una será predicar á el Ayuntamiento y Sus capitulares en su sala á sólas las esta ta- V. no ignorará los enredados que se hallan en bandos y tras cosillas de no pequeña monta. » 156. — Y enotra carta del 14 Nov. a ñadía: « En órden al fruto de mis tareas en esta ciudad ¿cómo, amado P. mio, no he de temer? ¿puedo yo olvidar el que soy? ¿no lo conoce Y. mejor que yo? ¿no es fundado mi miedo ? li qué tengo de mio? ¿otra cosa” que motivo para retardar cuando no impedir la obra de Dios ? ¿Es mio lo que se digna hacer por este vilísimo instrumento ? ¿ esta obligadoá hacerlo siempre ? ¿no ve el que soy, y lo nada que para sus de- signios me proporciono ? No puedo de jar de temer, y sobrecojerme siempre que me envía á algun pueblo, porque no puedo persuadirme haya en mí lo que desea y quiere fines. Es verdad, que no obstante esto ha hecho lo que ha hecho, pero si no ha logrado lo principal que es mí en mienda y reforma, ¿no sobra esto para temer, como lo temo, el que me quite pleitos con O Jara sus altos ¡ lo que graciosamente me da y me deje á mi mal consejo ? ¡Oh P. mio, qué justos son mis temores ! Mas ellos no turban ni ofuscan el interior, lo aflijen y desconsuelan no poco; y sólo me hacen recelar alguna vez si tendrá en ellos alguna Ó grande parte ; no qui siera, pues siento el que pueda ser; porque en mis obras todas, sólo ape tece el alma sean al gusto de Dios y utilidad de mis prójimos, y nada más. Por el amor á he nuevamente y aun pedido el vivir has ta el dia del juicio para trabajar en beneficio suyo, estos deseado sin otro estipendio que el de lograr su bien y el de engran decer á Dios; poner la y tambien que me puerta del infierno É deje en para impedir á todos la entrada. Por el mismo fin quisiera me con- cediese el Señor el don de obrar mi- lagros, y esto es cosa que siempre me trae no sé como. Ate V. esto con mis obras. ¡ Qué inconsecuencia ! 97.—« Vamos á la Mision Principió esta la mañana del dia de todos los San- DE Ñ ECUA 57 tos econ el sermon memoria del terremo to, presente el llimo (1). El no haber pre dicado jamas de esto y el ver que na- da se me ocurría aunque lo buscaba, me tenía como V. puede pensar de mi ruin corazon; llegó aquella mañana, dije la Misa por el pueblo; mas sin asunto. Clamaba á Dios, representándole su obra, y esforzándola con sus expre siones de V, etc. ¡ qué confusion |! Pón gome á pensar dando unos paseos por el cuarto; en el preciso tiempo de mé- una de irá la 1 glesia, se ocurrieron especies que me ad- miraron y asombraron. ¡ Bendita tal bondad | Volví de la Ielesia, y estando quitándome el Santo Cristo etc. se me ocurrió en el pensamiento : ¿ No me das las gracias? Nolo he hecho bien? puseme nos de hora ántes de rodillas, y dí brevemente al Señor las gracias. Estas ocurrencias no salen de la esfera de un natural recuerdo. Nada ni entiendo sobrenatural: mas con la experiencia, y más por las ins- trueciones de V., creo firmemente Dios el que lo dico, y así lo recibo y agradeze ». 158. — «La tarde siguiente lúnes, se hizo la publicacion por las calles, llevando el Señor Auxiliar el santo Cristo, y yo exhortando por las calles con algun vigor y tudiados pasajes de la Divina eritura, con que movido el pueblo tuvimos un erecido y respetable concur so. Ha seguido y sigue esta tarea tres dias en semana la parroquia de Santiago, presidiendo el llo. Los in termedios me voy á los cabos de bar DIZO VS oportunos no es- lis en rios, donde en las grandes Iglesias de sus conventos, predico á los que con curren ; hoy le toca á su convento de V., y el Domingo pasado fué en él de los Rdos. PP. Domínicos, y mañana en los PP. Mercenarios Calzados. A el Clero se tendran tres dias y á la ciu- dad uno, porque quieren reservadamente. 159, — « Pero, P, de ZOn á V. mi profundo bien que no desconsuelo, parece lu mi Ccora- ¿cómo diré mquieto al la ninguna Ó levísima mocion del pue- blo? 14 dias cuento hoy y aun no he notado fruto alguno ni en el asunto de las discordias, ni en otro alguno ver (1) El Obispo Auxiliar de Sevilla,

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