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MISION DE- CÓRDOBA de muchos Sres. Canónigos y. Preben- dados, llevó en sus manos el Sto. Cristo toda la estacion, con la edificacion que Y. puede considerar. das sus facultades lo mismo que se con- cedieron en esa Ciudad. Dé V. á Dios Ha concedido to- por mí las gracias, y no cese de pe dirle por 1111 remedio, pues me amal ga mucho ver que tantos se convier 10n; y. rendirme. Yo despues de Dios, y su Só: Maare tengo en V. mis esperanzas, y así le súplico encarecidamente pida por mi de vo no acabo remedio. Me alegraré tenga V, cabal sa- lud y fuerzas, las mias aunque algo quebradas, hace el Señor que pueda llevar lo que envia, siendo la cabeza la que más se queja y siente. » Y el 20 de Febrero gue la Mi un sal y extraordinario, la mocion que ha dado el Señor en escribía : « Si- con irulo ¡univer lo es porque esta gente, de suerte que piensan to- dos seriamente en su reformacion. La Mision al Clero se concluye hoy (20 Fe brero): en ella hubo trabajos hasta que llegó la de V., porque mi miseria siem pre me acobarda, despues no ha ido mal. El Señor Obispo ha asistido to das las cinco tardes. Mañana es la pro- cesion de penitencia y pasado la des pedida, y luego el 23 hago ánimo de salir para esa. » 137. — Aunque el Beato Diego con humildad trata muy sóbriamente de sus admirables triun Mision de Córdoba, no podemos omitir dos maravillosos su su acostumbrada fos en esta cesos que honraron su ministerio en aquella ocasion. Predicaba el siervo de Dios en la plaza mayor de la Ciudad de Córdoba, llamada de la Cor redera, una noche para oirle inmenso gentio, cuando de Improviso se cubrió el horizonte a menazando un diluvio de agua, y de hecho comen:z0 á llover. Mandó el Beato á oventes que se cu- briesen á fin de no mojarse; que se apiñaba todos los mas Co mo observó que el auditorio, despre- ciando la lluvia que siempre iba cre ciendo por momentos, no se cubría ni se movía, parose un poco, levantó ojos al cielo, y despues exclamó de esta manera: «¿E los s posible, Señor, que cuan- vienen á oir vuestra divina palabra y nosotros se la anunciamos en vuestro santo nom- do estas pobres almas ' ' 51 bre, habeis de permitir que se impida 6 interrumpa este piadoso ejercicio Son sin embar adorables vuestros Señor, por así. » Y valeroso juicios, v Vos sabeis, ob hacels con que lO permuus y luego ndo lA voz estuerzo «a En 1 nidad Buen exclamó de nuevo y dijo : Beatísima Tri- Madre del Arcángel declarado de esta los mi Vi nerable P. Pos idas (1 y al cual he Mision Hizo al cruz mbre de la de mu dulcísima Pastor del S. Rafael protector cHide d, y alorioso buena por méritos de reconat ndado esta cose pronto esta agua. nusmo las fué observado por todos viento y deshacerse tempo la señal de la hácia nubes, y ¡Cf Í ' 180 raro; en general que cesar el sin con la misma fuerza, sin las nubes y quedando el horizonte en la misma sin hora y disposicion, paró el agua gota de duró el sermon ; y cuando hubo concluido, trascurrió aun Caer ni una por espacio media que el tiempo preciso para que cada uno fuese 4 su casa y nuevamente Cayó al agua con tal abundancia y furia que las calles parecían arroyuelos; y duró así muchas horas el aguacero (1). 138, No fué admirable el caso siguiente. En el Convento de PP, Domínicos de Córdoba vivió con gene ral y de santidad, el B. Francisco de Posadas. Llegó la menos justa fama hora premio de sus trabajos muy eterno certa de entrar en y virtudes, y el gozo gloriosamente asistía le donde rema, el religioso que Je ¡) Este santo Religioso Domínico murió en 1719 1a-merecido los honores de la' solemne Bentl ficacio En el Martirolog le la Orden de Pre dicadores, dia 20 de Setiembre e les l siguiente el y del Beato Posadas « Cordubae in Regno Vandaliciae Hispaniarum, Beati Francisci de Pos sadas Ordinis Praedicat m, quí apostolica prae dicatior poenitentiae sacramenti administratione usteritate innocentia vitae mirabiliter claruit Festum Duplex. » 2) De este prodigio se hizo auténtica ¡informa cion que firmaron sugetos de la mayor distinción ca é y ciertamenté tantos fueron los test 8 que bien podían baberlo firmado las ocho 6 nueve mil personas que lo presenciaron, como di sel P este su Antonio de 1rdinar Luis Sevilla, Inútil decir que | santidad so dió extr ) crédito de á nuestro héroe, jue desde entónces el nombre del Beato Cádiz fué pronunciádo con sumo respeto por aquella noble ciudad,
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