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vida m. a. en su santo am — Ronda 16 de Setiern — B. L. M. de Y. C. su affmo. no y liervo en N. S. Jesucristi . Fr, DieGo José de Cánrz. 1 134. — Al concluir este cs notaremos que permaneció en Málag: el Beato hasta que á prinel Ñ DIOS Sá 1 i Ñ tiembre fué 4 predicar una Novena Cabra, y luego con igual motivo pasó Ronda, y finalmente á Carmona en cu yos ejercicios estuvo hasta fin de este año de 1777. CAPITULO XIV. Mision de Córdoba. (1778) 135. — El año 1778 fué muy ri en frutos apostólicos v maravilla de la divina gracia con que el Señor re- compensó la caridad y celo de su sier- vo. Por Enero empezó el Beato Diego su Mision de Córdoba que duró hasta el 22 de Febrero. En las siguientes cartas veremos confundidos con edi ficante armonía los humildes senti mientos del Misionero y las intere- santes, aunque breves, noticias de esta Mision, En efecto, escribiendo á su Di (1) Otro hecho confirma lo que sobre este a sunto pensaba el prudente y santo Misionero. Ha- biendo ido el Siervo de Dios á causa de sus años de Padre de Provincia por el concurso que para las catedras se hacian por los Padres cada trienio concluidos estos concursos y elegido el P. Fr. Ma riano de Sevilla, el Beato supo que no queria a ceptar aquella carga, y con aquella prudencia que le era natural, se marchó á la celda del opositor y hacióndose entregar los escritos del concurso porque quería informarse de ellos, despues que se bubo enterado, dejando de improviso la propia dulzura, se levantó y volviéndose al dicho con= currente le comenzó á decir que no era hilo de su P. S. Francisco, porque habiendo profesado 0- bediencia se oponía á las disposiciones de los Su periores negando la aceptacion de aquella carga que le querian encomendar; y oido esto, quel se echó á tierra derramando muchas lásrimas y pro- metiendo que desde aquel momento toda otra idea había desaparecido, y estaba pronto 4 obede cre gamente en todo lo que le fuese ordenado; porque el Beato le dijo conocía el fin para el cual Dios lé había traido á una Casa Religiosa. Y de hecho el P. Mariano fué despues Maestro de Teología y ascen dió hasta el grado de Provincial. (Proc. p, 283 1d bles efectos que sus consejos pri Incía en su. es] die 1 Est ' i 1 di éj08 j j he experl tl 1 Santa Mision e a cl Ñ nNOZCO predico, y el lo ardier y vivo de los afectos para el a e contricióon econ el Santo Í ste 16S mas ha sido ni con 1 les eras, nt con ocul neias tan opor tunas. Conozco yo lo debo á el eni dado de V, en darme sus bendiciones, y asistirme con sus Oraciones, Nunca, P. d 1 alma, nunca me he visto en | semejanti disposicion. Bendito el Se ' ñor por todo El Interior se halla SQ- | reno pacifico y sosegado, con alg na inclinación á trabajar por los pr Jmmos y por mí. Conozco una muy no | table inclinacion á la oracion, y sien- | to cuando es poca. lin ella no tengo | consuelo ni afectos dulces. mas sí al- guna facilidad para que la memoria es LÓ ocupada, el entenduniento conven cido, y la voluntad di cosa. Quisie ra no hallarme tan endeble de fuer- Zas, y que el sueño no me fuese necesario, para gastar las noches en este santo ejercicio. Mas me sujeto á esta imperfección, porque el Señor en castigo de haber perdido el tiempo me ata ahora con la endeblez de ca asta poco sue ' beza que parece no le ño. Este ahora es el de cinco horas é£scasas, porque las distribuciones no permiten más, aunque veo me hace falta. 136. — «El fruto de la Mision es ex- traordinario, pues en las ocho pláticas que van, se advierte ser muy copioso. Los aplausos infundados de las gentes, quere el Señor que esten aquí muy moderados por el presente, mas el rendimiento ó la doctrina es singula rísimo. Baste decir, que desde que toqué el punto de las comedias se a cabaron del todo, se ha cerrado la casa, y han salido de Córdoba los có- micos, dejándola libre de su ponzoña El. Señor Obispo ha asistido todas las tardes de pláticas en público, y esta tarde (del 26 de Enero) pasó la Mi sion de la Catedral al Convento de los ' Rdos. PP. Domínicos, y su lla asistido ' (1) Carta de Córdoba, 26 Enero 1778.