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42 'AP. XIL DISCÍPULO Y y pues, amado ¿qué haré ? ¿donde busca de la hallar: buscarlo á toda co La, Comprarta aun no se ha- . A A A 3PSIOO ¿ aon- Y , que quiero suavemen te vi D, Y yO VI O a mayor “1a- vidad pues sobre el mortufie ni aflijur mi carne, me es repugnante y Í así vivo con amplitud, no-sólo de sumnmame fastidioso el hacerl conciencia, sí tambien de to de ejercicios, Mi ' tragada y perdida; mis ri inútiles, y las peores; mi interior el todo yo, Padre mio, soy un abismo de maldad y una sentina de vida es más disipado y corrompido: culpas: lo bueno no lo Sigo p mwque me Prepugna, y lo malo abrazo porque me lleya la voluntad 107. — « Más no es esto con la gene ralidad que doy á entender pues sola la impureza y el amor á las eraturas que son su término ó comparte, es lo que me tira, me lleva, y me liga la volun tall, el corazon y cuanto hav en má; 8l me viese libre de esta furia nal, me parece no sería tan malo, mas mier miéntras dure, creo Ó me temo es im- posible deje de serlo, pues la ves tan en mí que si fuese yo mismo. Padre, clame V. á Dios por mí, pues perezco en mi miseria, Padre mio, yo trato á V. como á tal, y procuro nada ócul- tarle de lo que en mí hallo... 108. — «Todos los días que he camina do mea llovid )) pero bendito Dios, na- da ha resultado, ni un leve resfeia lo. En Ecija predi qué en la pareoquia de San tiago un Domingo por la tarde, y en tres conventos de Monjas reservada mente y en la Escuela de María. En el Convento de las M mjas Mínimas cuando prediqué, me encargó la M. Correctora diese á V, memorias y le encargase la encomiende á Dios. 109. — « Mucho me he dilatado: pe- ro, mi Padre y Abuelo meo V. nose fatigue por respuest 1; pues ya perdonará ve V. que no precisa, yo sé lo que son ocupaciones; yo no quiero aumentárse las ni ejercitar su paciencia destinada para mayores cosas. V,, Padre de mi alma, no me niegue el beneficio de sus oraciones para con Dios; las mias con toda mi voluntad y cuanto tengo es y son de V. á quien el Señor, me guarde su vida muchos años en su san- MAESTRO. MISION EN- CÁDIZ. LO amor y Pata, Co ) se j ' pide sin cesar , Su más y humilde nieto y ¡ue S. M. : go José de 110. — Por este en Cádiz con mucho fruto. De Mision escribe (1) el Beato lo Yo, Padre de mi alma, desde que de V. he experimentado, no co, la ' y la las criaturas. En Cá siervo Cádiz. » tiempo hizo Mision esta que Ssi- celebracion diz oco para carme en los altares, y para nerme en un arreba devoción del vul- clase de gente, la que ¡ue el día último de mi hubo el Sañor destierro : lo primero por la tada ne msiderada toda tanto, go en legó á predicación Gober- pio, de enviar una escolta de ocho ó diez soldados para que con bayoneta calada fuesen acom nador por oficio pr aañando p wr las calles á este nuevo in- | ' secto- de malda Ly que se yo si tam- bien hijo de perdicion ? aquella noche hube de escondesme en una casa par- ticular, saliendo del convento á las once, para excusar el bullicio del dia siguiente, destinado para marchar. En Cádiz predi ¡qué varios sermones extra de la funcion y Novena á que fuí lla mado, y á peticion del lllmo Cabil- do hice cinco noches Mision reserva- da en su Catedral á todo el Clero, concurriendo de las Comunidades los que gustaron ó pudieron; esta Mision trabajé más en estudiar que en pa Pa orar, no sé si faltaría al precepto de V., yo no lo olvi laba, pero era poco lo que hacía de oracion, porque una in- terior zozobra 6 no sé gaba que, me obli- al estudio; en él hallé aleo de facilidad y me parece que fué oportuno, 111. — « En el púlpito me hallaba sin susto, temor ni cobardía, hablaba modo y ción, pero con un más que mediano ar dor y actividad. El como esto se recibía ly dejaba al Señor; me parece al Clero con mucho venera- no vela los mejores semblantes. aunque des- pues me aseguran del fruto; el propio daba sin cesal sus para turbar la paz, pero en medio de hu amargura interior, me acordaba de amor abances (1) Carta de Málaga, 22 Julio 1777.