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APENDICE VIL — UN ELOGIO DE LA « REVISTA POPULAR », ANO 1894, PAG. 291. El B. Diego « ha sido comparado con Fenelon, con Fle chier, Bourdaloue, con Fr. Luis de Granada, con el P. Avila, con Mau ry, con Lamennais en los buenos tiem- Bossuet, con con pos de este orador. Y con efecto, po- cos hombres han logrado tantas mues tras de admiracion por su elocuencia sagrada como el P. Fr, Diego (1). En las poblaciones se le recibía con repi- que de campanas, con palio y con las más vivas y sinceras aclamaciones ya con la tropa extendida por la car rera, ya rodeado de una fuerte escol ta para que la multitud no lo maltra tase, al tributarle los testimonios de su expresiva veneración y afecto. » VUIL — ¡ Ayer, Hoy, MAÑANA ! (Poesía del B. Diego) ¿Qué tengo, pobre de mí, Hoy de haber vivido ayer ? Sólo tengo el no tener Las horas que ayer viví; Lo que hoy de ayer discurrí, Diré mañana si sOy: Pero tan incierto estoy De que Maánanda seré, Que quizas Por haberme muerto hoy. S1 hoy me hubiera de no lo diré morir Como puede suceder, Mañana el ) nO! sera ayer ln que acabi de VIVIr: ¡ Pues llego á sentir to, SI esto Infaliblemente cier ¿Cómo peco cuando advierto Mi vivir tan Que manana el hor de un vivo Puede ser ayer de Si en pecado ayer Me hubiera Y de tan Hoy librarme no pudiera: lUgltivo un muerto ? muriera condenado, terrible estado aer Que hoy en mi pecado muera Y y que ayer no sucedió, | Y 1) Los sermones impresos a as da na idea 1en( del Beato en el púl ); y Ccree- + Como imposible trasladar al papel S- pues de predicarlas las bellezas de todo géner de sus sermones. 389 14u Sel ¿ como vo No lloro mis culpas tierno Si hoy me libro del infierno (1) Y quizá En el ántes, ahora y mañana nó ? / ¿ luego Tres instantes discurrÍ ; El Al de spues no sé si llego, Ki ahora tengo: Y Ñ No lloro ahora mi encanto, ántes ya lo perdi, ciego Cuando en desengaño tanto Me dicta Que estoy del fuego un instante Y puede apagarlo el llanto ? Ahora, pues, desengañado, verdad constante Llorar quiero arrepentido, Mi Dios, de haberte tenido Tan Pésame de haber pecado, y aunque el dolor del tormento Dió motivo al sentimiento, No es por eso lo que lloro, neciamente olvidado: Que sólo porque os adoro 1 haber pecado siento. Si ahora infalible supiera Que había de morir luego Para que en eterno fuego Perpetuamente estuviera; Mi dolor ni Ahora Porque aunque el dolor fué quien D1Ó principio á pensar tal, Lo menos es Y lo ) interrumpiera, llorara tambien, ya mi mal, y más sols vos, mi Bien! RELOJ Pos ESPIRITUAL. sía del B Diego) La una Ello es sin Ñ qué 1 nmtalibl y cierto, me pueda evadir, Que en una hora he de morir ln cuál y cómo es incierto: 1) De es s pasajes se deduce en qué sen- t le lo qu un te ) in.1078) so- e la costumbre B Diego de no nombrar por su r l end o de las almas ní al lugár de su de z es erto e cuando convenía para pr n la ' im terror santo, no sólo pre- aba de 1 te 18 que sufren los conde nados ) enciendo $u repugnancia nom- bra al infierno al demonio, inspirando real- Ñ Ñ j mente un saludable temor del infierno y una vizi- lancia suma contra los acechinzas del deinonio,

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