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A A A A A 372 CAPÍTULO mano. Pero este rezo del Oficio y ce- lebracion de la Misa, sólo autorizamos que la tengan, en la Ciudad y Dióce- sis de Sevilla y en todas las iglesias y capillas de las casas religiosas de la Orden de Menores Capuchinos de San Franciseo, todos los fieles ecristia nos que vienen obligados al rezo de las Horas Canónicas, y con respecto á las Misas todos los sacerdotes tanto regulares como seculares que á las iglesias donde se celebrase su fiesta concurran. Por último, concedemos que en las sobredichas iglesias se celebren con Oficio y Misa de rito doble mayor las solemnidades de la Beatificacioón del Venerable Diego José de Cádiz, lo cual queremos que se haga en dia por el Ordinario designado dentro del año que transcurra despues de celebradas estas solemnidades en la Basílica Va- ticana. Sin que ú. esto obsten las Cons tituciones y Ordenaciones A postólicas, y los Decretos de non cultu publica- dos, y cuanto fuese á ello contrario. y querenos, que á los ejemplar 2 4qun impresos de las presentes Letras, siem pre que de mano del Secretario de la mentada Congregación esten suscritos, y con el sello del Prefecto roborados, se les dé en las controversias judicia les absolutamente la misma [e que se daría á las presentes Letras declarati vas de Nuestra voluntad. Dado en San Pedro de Roma bajo el Anillo del Pescador el dia 10 de Abril de 1894, de nuestro Pontificado año décimoséptimo. L. 48.5 M. Car. RAMPOLLA. 1216, Terminada la lectura del Decreto, cayó el velo que cubría el hermoso cuadro colocado en el al- tar, apareciendo el Beato vestido del sayal religioso y, sobre nubes y por manos de ángeles, subiendo á los e ¡e los. Al instante el Prelado. celebrante entonó el Te Deum, acompañado por el nutrido coro de voces de la capilla Julia, y contestado por el inmenso pú blico, miéntras los sonoros y alegres repique s de las campanas de la. Basi- lica anuncian á la cidad el fausto a contecimiento. 1217, ao Es indecible el efecto que en el alma produce este acto. Nunca LXXXVnI como entónces percibimos las bellezas del mundo de la gracia, y la sed grandeza, de gozo, de Dios, que bulle en el fundo del alma humana. Cerra mos los. ojos y oramos ante la imágen del hombre á quien, despues de haber peregrinado por esta tierra miserable, la Iglesia exaltaba coronándolo de gloria. En la Misa se cantó el Ore- mus con que la. Iglesia invocará de hoy más la intercesion del nuevo Beato. 1218. — La funcion de la tarde, más sencilla litúrgicamente, era más impo- nente por la presencia del sumo Pon- tífice que bajaba á la Basílica á orar ante el nuevo Beato, y esto hizo que la concurrencia fuera aun más nume- rosa. Una hora ántes estaban ocupa- das las tribunas y las dos naves. To- dos esperaban con impaciencia la lle- gada del Papa, y el corazon latía con más violencia con la idea de que íba- mos á ver pasar á nuestro lado al hombre que re presenta la santidad, la ciencia; al depositario de la verdad, al representante de Dios sobre la tierra. En esto se oye un rumor que domina a todos los otros, y de pronto de los pies de la Iglesia se eleva un grito indefinible, formado por mil gri- Los que se es capan de 1] as boe "as sa- ludando la entrada del Vicario augus- to de Cristo en el templo. 1219. — Lo que es este momento no hay palabra capaz de describirlo: mucho tie mpo despues dura aun en todos la conmocion que produce. Y aquel grito inmenso va en aumento y resuena multiplicado bajo las inmen- sas arcadas, y conforme va avanzan do, va aumentando en intensidad, en entusiasmo, y cuando el Pontífice, pre cedido de los diliicod de su Corte, de los prelados, de los Emos. Carde- nales, con nuestro Cardenal Pérsico cuyo consuelo y gozo en la glorifica- cion de un hermano suyo en S. Fran cisco era singular, llega al crucero, y llevado en la silla gestatoria, entre los grandes abanicos de plumas, pasa bendiciendo á los fieles, que agitan sus pañuelos saludándole, el grito es una aclamac no inmensa, delirante, ¡in terminable; la aclamacion de un pue- blo entero que saluda á su Paleo: os. piritual ; más aun, la del mundo cató- lico que resume sus sentimientos y a,
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