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cido de su hmaje, per aun 1 ho más por su acrisolada piedad In- fundieron ante todo en el hijo desde tiernos años. niño, dotado de feliz sus mas Por sn parti el índo! y! dió aventajadamente á la educación, y ánimo las paternas enseñanzas, mantúvose inmune y] de toda grave mancha. Huyendo as mismo de diversiones y grabadas en su neso ' Iegos ] : le la inf la ordinaria costumbre « deleitábase solamente en hacer y ador- nar capillas, y érale dule estar al romper el alba á las puertas del templo para ayudar el primero el rificio de la M y santo u amo hácia Dios llegaba al punt de que niño aun en lo mas avanzado de la noche se levantase del lecho para orar, acostumbrando ademas castigar con azotes su inocente cuerpo, 3 con cilicio rodear su cintura. Con la asp: reza de semejante vida, fácil es com prender cuánto florecería en José la castidad, la cual, unida á la n esti guarda 'de todas las virtudes, fué para él lo más suave' y lo más inveterado. el curso de los estudios, Entrado en notóse en él extraño encogimien! pues, como fuese repul ido insuficiente sobrellevar tal e para a, que le fuese en extremo dolorosa, por la pena que de ello debía llevar y padre, semejante resolucion, sil en bargo, resienóse enteramente á di voluntad. Desde este tiempo, con do cada vina Si más á la piedad dias á la 1] vez todos los como acudiéese glesia de los Capuchinos, con más fre cuencia se acercase al celestial col! te, y ansiosamente leyese las vidas de los santos varones de aquella Orden que le prestaban los Religiosos, co menzó á inclinar su ánimo hácia esta Franciscana familia. Mas no es deci ble cuánto dolor sintió viéndose re de su incapa chazado por razon todo é Firme con su propósito, y confiado en el « inquebrar table en ' auxilio, que asiduamente imploral entregó con tal conato de ánin letras, ( cultiv nuevo á llado sobreabundantemente idóneo para las rueba su insti o de emprender la Francisca milicia, ( yo fausto acontecimiento atribuyeron entónces todos nó á de Josi sino á largueza de Dios, que el S al S COus IS es ge ] y necio mundo para confundir á los sa l Ss 1 ( 0d ' ! ' 1 Hen t es u de alegria, alo > 1 SU NnOVICIAGO, Y ( e de Dies só, dió sent lados ejem s de todas 1 virtudes, singula: l 11e f lad, de obs lencia, y de a! de MOS, 4 ual maravillosamen te ren bal s ojos y su semblante, y cumplido 4 año de prueba, y vencida la ñ la ñ n Í el ent g ue los hombres le combatió por algun tien: po, pron nció re sando en inde ¡ble úblilo sus solemne VOolU el dia 30 de Marzo del año 1179 Desde luego se propuso inclinar su Col Mm la de mano a las Cosas ten rales y nsagrarse por comple- to á las del Cielo, Terminada la filo- olla, st wlicó con ahinco al estudio de la ci 1 din en la cual fueron les $ progresos, segun más tarde y) den rl u ventajado saber y sant Ll Admite por-fAin al 'sacerdo CIO, nU0Os pOr € te be nencio ligado on Dios po ma estrechos lazos, por lo 4 1 no f li ] O particular esme ro en obser rular ino que LUN. con ayul a interrumpido con vi 148 n oraciones y exquisita mortificacion de dia en dia fué su j 10 10 j evantados grados de Pront brió 4 los ojos de Diego el car ) fe de su gloria pues hi end ed enade predicar al pue D j e tenia en u parecer VO 11 Ñ n perto In embargo, j e ob Í umiso á la pa- 1 ñ O Supl lOres, con animo mal blemente esfor ado emprendió « 5. te nuevo ejerci El éxito fué tal, I mas uy i 1 a 11 don le ql ra Ñ Ñ (011 1 a1IvIina j Ja bra, sé Det 1 instante los odios enti 1 lanos eral ITTAnca í í í ( los que nt ! vd de crímenes. As que ” 5 para que más ' ¡ diseminar tan abun- dante Ñ Hermo Irulos acordaron darle « ni lento apo tólico. Pe- i J 1) $110 e humilde y ba k nte de sl, COJ incesantes ruegos sul 1 a Di ) QquISIOs ex imirle de