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ANA A RS 366 CAPÍTULO LXXXVIM de esta divina luz que alumbra á todos los hombres para buscar la verdadera sabiduría y los levanta á cosas gran- des, sublimes, y de arduo empeño, brilló en él de un modo admirable. En quien por manera levantada vióse ma- nifiesta aquella fecundidad de insignes hechos tan útiles aun para el bien co- mun de la sociedad, que como singu- lar mérito de la Iglesía católica, aun los enemigos de la Religion á pesar suyo admiran. Pues ilustrado con di- vina luz, negándose del todo á sí mis- mo y despreciando lo terreno, sobre todas las COSas puso en su corazon buscar lo que es de Jesucristo, princi- palmente con encendida caridad hácia Dios y hácia los prójimos. 1205, — « Esto maravillosamente cumplió en España, que recorrió casi toda entera, enseñando con el ejemplo y con la palabra la divina doctrina, has- ta su muerte que ocurrió en el año 1801, á los cincuenta y ocho de su edad. ln el cual ministerio por sus altísimas virtudes y aventajado celo en buscar almas para Dios, de tal suerte llevó tras sí los 0JOS de todos, que con frecuencia: era considerado como otro Pablo. 1206. — «Pero creciendo «on el tiem- po la fama de su santidad particu larmente por los celestiales prodigios, con que se refería haberla.Dios con- firmado, comenzóse á tratar en la Con gregacion de Sagrados Ritos la causa de su Beatificacion y Canonizacion, y la Santidad de Nuestro Santísimo Se- ñor Leon Papa XI por solemne De- ereto sancionó el dia 10 de Febrero de 1834 haber resplandecido el Vene- rable Diego en heróicas virtudes. 207. — « Tres veces fueron tratados en juicio los dos milagros que se a- firmaba haber obrado Dios por su in tercesion. Fué la primera ante el Car denal Rafael Monaco La-Valletta; O- bispo de Ostia y Velletri, Ponente de la causa, en la congregacion prepara- tória tenida el 29 de Diciembre de 1892; la segunda en el Palacio Vati- cano el £0 de Diciembre de 1893; y la tercera celebróse delante de Su San- tidad Nuestro Señor en el mismo Pa- lacio Vaticano el 21 de Marzo del propio año, en la cual dieron su voto cada uno de los: Reverendísimeos Car- denales y Padres «Consultores de esta Sagrada Congregación. Pero en ne gocio de tan alta importancia dilató declarar su juicio, encargando á todos implorasen la luz y asistencia divina, 1208, — « Mas hoy Domingo ín Al- bis, celebrado el incruento Sacrificio, y desde su solio pontificio en el Vati- cano y presentes el Reverendísimo Cardenal Aloisi Masella, Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos y re- presentante del «Cardenal Rafael” Mo- naco La-Valletta, el Reverendo 1'. Az gustin Caprara, Promotor de la Santa Fe, y el infrascrito Secretario, declaró: Constar los dos milaqros propuestos, es á saber: el PLMmero, « La prodi- giosa.cfusion de sangre de los huesos áridos del Vener able Siervo de Dios €». y els gundo, « La instantánea y per- fecta curacion de Sor Adelaida (Jut ros Herrera.de una tísis pulmonar acompañada de síntomas mortales » ; y ademas, que en ( onsideracion al de- ereto por Su Santidad publizado para la aprobacion de las otrtudes, y lo restante debidamente hecho en la cau sa, podía con toda seguridad proce- derse á la solemne Beatificacion del Venerable Siervo de Dios. - Y or- denó hacer público el presente De- creto y registrarlo en las actas de la Sagrada Congregación de Ritos, y expedir las letras apostólicas en forma de breve para eu su dia celebrarse la solemne Beatificacion, el dia 1.” de A bril de 1894. — Cay. CARDENAL ÁLOISt- MaseuLa, S, R. C, Prefecto. — L. Y S. — ViceNTE Nussr, S. R. €. Secre: tario. » CAPITULO LXXXVIIL Solemne Beatificacion. 1209. — Así como el B. Diego con su predicacion había edificado ú todo el pueblo es] añol y en sus correrías apostólicas penetró en casi todas las regiones de España, así quiso el Se- ñor que su glorificación y apoteósis tuviese por testigos á miles y miles de españoles, que en romería habian venido para consolar al Padre Santo y visitar los santuarios de la Ciudad eterna. Extraordinaria emocion produjo en los peregrinos españoles y en un