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CAP. LXXXVO. otros tiempos testigo de su vida y de su predicación, y puedo asegurar que en ninguna Otra parte me he sentido más movido al bien, ni más separado del mal ¡ Ojalá nunca pierda la me moria de sus ejemplos y enseñanzas! Todos hablan aqui de este capuchino andaluz, como 8] hubiese pasado cran parte de+su vida en Mallorca. Muchos vienen á mí á informarse de él, y yo no tengo mayor gusto que en darles cuenta de lo que le ví y oí... Por for- tuna yo traía una reliquia suya, y la he partido con una persona de l ter que la conserva con veneración. Estimaría que V, P. me remitiese un pedacito del hábito con que murió, ú otra cosa de su uso en una carta; tambien deseo tener una razon de su enfermedad, muerte, enterramiento, y mes particularidades ocurridas en todo, de aquí tomaría fundamento para ha blar más del Venerable Padre tas gentes que sienten su muerte como cOn es- de la rsona más útil y estimable .. Palma en Mallorca 12 de Junio de 1801. Juan Bautista Cramoul, presbítero. » 1170. — El P. Luis Antonio de Se- villa, que tanto escribió en honor del B. Diego, compuso tambien esta DECIMA. A Francisco y Pablo quiso Nuestro Diego asemejarse, Y á fuerza de á ello aplicarse, Cual lo propuso, lo hizo: Pero hablemos bien, lo hizo La ¡ ide Y así en oficio y Logró la similitud, (Que aquí notará cualquiera. gracia que compañera lísima le era; virtud CAPITULO LXXXVUH. Milagros despues de la muerte del B. Diego. 1171. — No tardó el Señor en gl rificar en la tierra á su Siervo fiel, á quien había coronado en el cielo. Los milagros debidos á la intercesion del B. Diego fueron grandes y numerosos. Referirémos aleunos. 1172. — Una hoja de flor de María, que tuvo en las manos el Bea- santa MILAGROS DESPUES DE LA MUERTI y to, estando. de cuerpo pr sente, des pues de siete dias la sembraron, y crecio de tal ni lo que sacaron mu chas plantas econ das que se .notaron mul ] ligros. (1 173. En la Villa de Coria del Rio, lugar del Arzobispado de Sevilla, una mujer llamada Doña María San viuda de Don Ambrosio Sanchez, setenta y siete anos, es tando sorda de tunmbos oidos. aunque det uno nus que del otro, pol el tiena- encontra po de tres meses, sin haber do alivio aleuno' en muchos remedios que se había aplicado, tuvo la propor sayal cion de crar un poquito de del hábito de - nuestro difunto, proporciono el P Ir Vi cente de Granada Capuchino; y ella Beato que se lo con mucha fe impetrando el favor de Dios por los méritos de su Siervo el B. Diego, lo dividió en dos pedacitos, y se aplicó á cada oido uno, yá las tres horas de tenerlos le comenzó un ruido tan extraño, que se vió en la precision de separarlos de las orejas; pero continuando sus súplicas por al gunas horas, se halló de tectamente repente per- buena, oyendo con tanta pertección O mas que ántes de la sor di ra 1174. En el pueblo de Cantilla- na, del mismo Arzobispado de Sevilla, (ts Di tambien el deponente que en. una me- moría reca y publicada por Jos RR. PP, Fr, Pablo Ubrique y Fr, Felipe Benicio del Puerto, ya difuntos encuentra que una flor de Sta, Ma ría que estuvo en las manos del cadáver del P, Cád en el tié j 1 li ble n mal olor st epa 1e8 Sa e — mantenerse iresca fué plant 1, ter la por milagrosa ; y habiendo ] X linaria n ( juitaron mu 28 planta con las que se hicieron 18 4 1 nes en 1] en Os quienes las aplica ' to nia 1 sion en agua per solamente e ur echo por ' Bo 1 a y 4 ! 1d n ipo- r É x e un T j ' ciudad de K 1 Ñ cía e fe ana uni oObstina- st punto J 4 m1 sh m decla- ' l ( INZa, Y n esto 2115 idres no esperaban otra « ¿que la muerte, En ta 1 j eron la proteccion del siervo de D j biendo1 ado el dichoniño un j a ' 4 ha ren la que habian I an 1 1 tpeado la 1 no P, cuando estaba expuesto láyer, se 1 repentinamente libre de la en- fermedad, publicando en alta voz el milag:o el r ly repetid otros Pros, p 385).