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ein e oa poc ta on. ol REE e ay pe er tad OR ES ss 2d Etc ' il mr ao AS AR RA PMA LORA Pm a A a ERE TARDAR RTS 24 CAPÍT. Y. — PRIMICIAS DE SU CELO tró. y el que media hora ántes se ha- brazos, y hecho una Magdalena me pide mil bía negado, me tira los perdones y se me entrega para la com hizo sido posición como electivamente se Este muy sonado, y el Señor Obispo se ale- á gusto de todos. caso ha gro tanto que dijo que queria ver al predica lor. Vine á Málaga a visité á su lía, le referí el cierto Negocio, suceso, y con lágrimas me dijo el ningun fruto de sus sudores cuando los exhortó á sola Aquí se contaron varios pasajes algo notables de sani dades en los enfermos ete; entre ellos Se propagó que durante la Cuaresma e vió salir del mar un fantasma como de un Ktiope que dijo : se irá el barbon, y entrará el dragon xpre- sion que me han repetido los mismos vecinos alguna vez que he pasado por allí. Aquí, fundé una Congregacion de la Divina Pastora, añadiendo algunos ca pítulo á los que tiene la de la parro- quia de Santa Marina en esa Ciudad; obras y se hicieron algunas pias útiles para el comun de vivos y di funtos. Desde este tiempo corrió la voz de este vilísimo instrumento de la divina bondad. y empezó el con- Unuo viajar por los lugares de la Co marca, 57. — « La Cuaresma siguiente la tu ve en Ubrique: en ella con licencia del Prelado, y asociado de otro Religioso condiscípulo mio y que sigue el minis terio de las Misiones, dispuse convidar á los pobres para darles de comer el Domingo de pan y paces porque había muchas necesidades en ell JS: conté bastante pan y semillas, y dis puesto todo prediqué el sermon que fué de la limosna y coneluido los cité para el convento. Vinieron no sólo los pobres, sí tambien todo el vecindario, v muchos de los pueblos inmediatos, Re- partióse lo prevenido; y en una porcion de pan partido noté por algunos dias, que sobre lo que se dió del prunero, se para ello seguía dando los siguientes, v parecía no disminuirse en cosa alguna, hasta que cansados de dar, tiramos barlo, como así sucedió. De se repartió por á aca este y demas pan ' otros pueblos para los enfermos, sien- mucnos do, creo, remedio bastantes, y 0: guarda por cierto religioso nuestro; se conserva incor- para aun sé queaun se rupto habiendo pasado siete ú ocho > (1). 58. — Ya en ños de ensayos apostólicos, señaló el cielo á nuestro Beato con el maravi- lloso suceso siguiente. Predicando en las fiestas del año 1769 en el conven- to de Ubrique, vino con su madre una llamada años estos primeros u- niña de ocho á nueve años María Gonzalez, para oir el y despues de la Salve, prorrumpió es- sermon, la ma- que el P. Caamaño tiene un pajarito sobre la ta niña en alta voz diciendo á dre: Madre, madre, é NO DeLs espalda? Esto dió lugar á no pequeña vocería y turbacion en el auditorio, y el siervo de Dios suspendiendo el ser- mon dijo: « Hermanos, hermanos, tran- quilizaos ». Y esto aconteció tambien en 1) Por este tiempo sucedieron los dos casos Siguientes, el segundo de los cuales co npleta lo jue el Beato acaba de referir. — Cuando el Siervo de Dios pedía la limosna de huevos en Ubr jue, Padres > en la Calle Nevada que segun era costumbre de hacerse por los más modernos, aconteci al darle José Calaños la lim sna cayó el huevo por tierra en el momento de meterlo dentro del canastillo y se hizo pedazos. El Beato lo tomó sonriéndose y lo metió entero dentro del canas- tillo, consolando al devot zon admiracion de las sentes. (Proc. p. 306). personas pre 1 Fué encargado el Siervo de Dios de predicar la Cuaresma en el “mismo lugar de Ubr jue, y viendo la calamidad de los tie npos, ordenó una procasion de penitencia, llevando la mul¿ grosa Imágen de la Virgen de los Reme dios, para pedir la deseada lluvia, porque los meses eran secos y salieron con la Comunidad y el pueblo, el Cabildo recomendó el mayor silencio y devocion, aun jue lástico y el Ayuntamiento, El Siervo de Dios sin actos de pública penitencia, Y fué tal la efi cacia, que al concluir esta devot 1 procesion tuvie- ron que entrar la santa Imágen debajo del átrio lel Convento por la mucha axua que comenzó á caer. En el yiérnes de la cuarta semana de € 12 resma ordenó dar una limosna general la cual fué allegada por la Comunidad, por el Clero, por los principales de cada barrio y por otras perso- nas que acompañaron al Beato de casa en causa. Habiendo llegado á casa de Doña M wía Satal mu- jer de Fernando Sanchez Cabezas. y no teniendo esti otra cosa que dar por de pronto, les dijo que subiesen á la boardilla y les dió varias cestas de marido, le higos Despues habiendo venido su preguntó qué cosa había dado de limosna, € in- quieto subió á la misma boardilla y encontró las cestas llenas como las había dejado. Esta limosna lué distribuida en varias casas para su sustento, y duró tres meses sin disminuirse en nad 1, mul- tiplicando el Señor los imlagros en recompensa de la caridad que animaba á su siervo, (Proc. p.306).

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