BCCPAM000543-1-10000000000000

A A AA ES a k A AAA A A o 4 A A A A A A A A A A A A .. AS mo 316 CAP. LXXVII. — FAVORES del Arzo- quedó baldado de dolores cer mision á unos lugares bispado, se reumáticos. Llegó el B, Diego al Con- vento, súpolo el paciente, le mandó un recado: pasó á la celda, lo consoló, le dijo un Evangelio: mo aquella noche, pero sin alivio de recogióse el enfer- pronto, mas se quedó dormido, y á la mañana cuando fué á visitarlo lo encontró en pié, y tan li bre de su accidente que pudo empren der su viaje. 1002. — Vivía en Capuchinos de Jerez un Religioso lla- mado Fr. Angel de Leon, padecía un fuerte dolor de muelas, y habiendo visto que personas piadosas el enfermero el Convento de varias solicitaban tener por reliquia, ó la taza donde bebía el servilleta, ó cubierto que le servía para comer, jeato, Ó la Ó alguna otra cosa de las que usaba, y que contaban algunos prodigios que Dios había obrado por el contacto de estos utensilios, quiso «lleno de fe, para aliviarse de su dolencia, una poca de agua en la taza que actual- mente servía al Siervo de Dios: lo hizo así, y afirmó instantánea- mente se le quitó y no le volvió más. 1003. — En la Ciudad de Ronda le llamaron para una enferma muy de pe- ligro; no fué á verla, per> le mandó una cedulita para que la tomase fe en nombre de María Santísima de la Paz, y que hiciera una promesa á San Cristóbal; se hizo usí, y la enferma beber que sanó. 1004. Don Joaquin de Molina y Zuleta, que fué Brigadier de la Real Armada y Comandante General de Ma rina en el Callao de Lima, sa'ió del Puerto de Cádiz para los del Mar del Sur, siendo Capitan de Fragata y man- dando la Santa Bárbara; y ya sobre Buenos Ayres les entró un tiempo muy borrascoso y deshecho estaudo en el Banco Ingles, cuyos bajos, y peligros son muy temidos de los na vegantes; la Fragata iba á zozobrar, se hallaba á poco más de cuatro brazas de ugua, y viéndose en aquel apuro se acordó que llevaba unas cedulitas del Beato Cádiz, que su devota mare al despedirse le había dado con mucha recomendacion : unas. cuantas, y lleno de confianza las arrojó al aire, y con admiracion suya y de todos los que le acompañaban, vieron cambiarse escollos sacu JELESTIALES Y MILAGROS el viento, cesar la borrasca, y confi- nuaron felizinente su viaje. “Muchos otros prodigios podríamos referir que el Señor se dienó obrar, por me lio de las cedulitas que repartía el Beatoy por los Evangelios que decía, los que omi- timos en gracia de la brevedad. 1005. — Á un niño que nació con la cabeza disforme y sobremanera mons- truosa, díjole un Evangelio puestas las manos sobre él, y lo dejó instantá- neamente tan perfecto como se halla en el dia el Presbítero D Francisco Era él (el Beato) enfer- niño nació carnosidad sobre los ojos, trájolo su Carrasco...... méro, un que con cierta madre al convento para que el celes tial médico le aplicara sus saludables eficaces medicinas; con efecto, le hizo la señal de la cruz en la mejilla bajo el parpado inferior diciéndole tanto un Evangelio, la disipó en el momento, abrió el entre carnosidad se CcIezo los ojos y la cruz se le quedó impre sa hasta el dia de hoy como lo verá cualquiera que vaya a la Cartuja de Jerez en donde dicho (Grazalema, p. 60). 1006. ln Zalamea la Real, una señora que estuvo para morir á juicio de los facultativos. tomando dulita en una bebida que le recetaron dió á luz felizmente una niña con sólo decir la madre al tiempo de tomarla las» palabras siguientes : Ddl- sirve jóven. una ce robusta qame la fe de Fr. Diego de Cáliz, con la singularidad de traer la niña la cadulita en la mano, cuyo prodigio por público y auténtico corrió impre 3 vendió su relacion circuns tanciada por los ciegos. Cuando venía al mismo pueblo, saliendo infinidad de gente á recibirle bincado de rodillas en el eamino, dijo un evangelio sobre habiéndose lo tocasen, SO y se todos los cifreunstantes y asociado á ellos sin que Manuela de Martos, demente de .mu chos años, dijo el Venerable: « ; Dónde está esa pobrecita que viene solieitan do su altcio? » asombrados todos bus cando á la mujer la encontran, y di ciéndole un Evangelio queda perfecta- mente buena (Sertlla, p 34), COMO Se dijo ya 1007. Hace tres años (en 1708) que en esta ciudad entregó el Vene- rable á la hermana María Antonia de Jesus Tirado tres fanegas de habas

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz