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260 CAPÍTULO LXVIH Santo Patriarca que en la contempla- 817. — « El Viérnes, conside ásla cion de ellas gastaba noches enteras como Médico, cuva divina e 2 813 « El Lúnes considerarás á - canza á curar toda enfermed la] Bios bajo el carácterdé Rey de paz: | alma y del tnerpo; ref Y poderoso para dártela como la nec qu pad vol h sitas, y en conseguir esta pacificación Meditarás en en 4 lal O- y con tu Señor, has de tomar el n r | ¡ Í Í 0 empeño; nos la trajo á la tierra, nos no ot perdo1 3 á nuestrie ! la dejó en testamento al irse al Cielo, | « deudores v atiende á É-1 . de allí te la enviará, si con deseo de ¡ rd 3 | que te la conceda, te aplicas este dia « tuo t udico B á santificar su Nombre “santo en, to- | 818. - El S lera Í dus tus acciones y pensamientos, 1 Di como un lisposo con « te has ¡ pitiendo con frecuencia esta voce Col ido pa a ] S ¡ v mi p « santificado sea el tu Nombre » ericordi mp te en a ( E 814, « El Mártes conten pla ' vida, de modo que m 5 cabal | 4 Dios como Juez de vivos y muertos luis 1 3 de est $] Ide y ¡ y que como á tal le toca privativa considera tu flaqueza y de TE HU mente distribuir los premios y casti clamor; « que ] $1 iserico E gos, segun los méritos 6 deméritos de «e dej cuver en tent 10, y cu | los juzgados. Aunque esta col idera « libre de todo mal », par e pued cion te estremezca, á ella procurarás trabajar en su gloria y ul l dl E Y estar tan ligado este dia, que si « prójimos: A y posible, ni durmiendo la dejes. Inexo s1,, De este modo procuraba rable es la rectitud de tal Juez, pero nuestro Beato tener atad alma infinita su misericordia, esta bresal la oracion y meditacion, ¿Qué cosa drá en el juicio: clámale con toda habría de tanta fuerza” que para veras: Señor, en el dia de nuestra se de este ejercicio ? Ni los viaj Ñ cuenta, « venga á nos el tu Reino », y los bullicios de los pueblos, ni sus ¡ ahora el de vuestra gracia. boriosas 1 A sus enfermedades, 815. — « ll Miércoles considerar: tl ni las consulta de ¡ 8 respeta Dios como un Señor dueño absoluto de bles suget ni el hambre, ni la sed todos los tesoros de naturaleza y gra mi el.fro, ni 1) persi 10M, NI cia que encierran Cielo y tierra y que, tentaciones, ni las tristezas y d la como que es todo suyo y de ello dis erones de espíritu, nad nad: np pone cono le purece, de su mano es d u santa, humilde, ervorl Ja indispensable que esperes ci anto ne | 'verante oracion; lodos ll 11 cesitas para la conservacion de ánibas que en medio le la variedad asun vidas ; por tanto sea hoy tu. clamor ¡ tos qu le cercaba ab oratior incesante ú este Dios riquísimo, pro rPiúum non: re abr ». Por « con testándole siempre, deseas « que e ¡| trario todo $ vía dar más « haga su voluntad, así en la tierra i deseo de 01 y. que mira 1 « Cono en el Cielo ». Ñ Juntos 4 nisej SI Ñ yu “« ul s16. « Kl Juéves considerarás á « chísimo precepto Dios hecho hombre, que cual Pastor 0 l de cuyo cumpluinienl cuidadoso y solícito, busca ú la ove « María esl cha. cu en ' descarriada para reducirla 4 su reba Kl esmero que nlical ¿ alir bien ño, sin perdonar trabajo ni fatiga : qui de él pol na. partes la Ñ el la defiende del infernal lobo, y la *: que por otra teni dq en pacienta con su preciosa earne y san cion aprendía más que en el « dl gro. Reflexionarás sobre esta cláusula | y la gracia de Dios qu « el pan nuestro de cada dia dánosle le colocaron no muy tarde 4 « Loy », y procurarás tener grande alto erado de adoración ó contempla confianza en que te dará el super- cion di quen. aecia yl Madr substancial que dice el Evangelio (1), Teresa de ) si. 4 No se crea qui que es el que no perece « contemplación rfecta Ó consuinu- ina « da one al alma tan embebida en (1) S: Matb, cap. 6. v; 11 | «sí, que no le deje accion, 6 libertad