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DEVOCION Al mayores biene S, SINO di mostrándoles su cumplimiento en casos no vul- gares. 22704. — Le era muy agradable tener su oracion ante el Sagrario, y cuando lo podía conseguir sin nota, no la te- nía en Otra parte Visitaba en él á su Amadi inmediatamente que desperta ba, como estuviese en el Convento 6 en casas como hospitales ó capillas en que se reserva el Divino Sacramento; y cuantas veces despertaba en la no che, corría presuroso á presentarse al supremo Rey, de que yo mismo puedo deponer (habla el P Sevilla) por ha herlo así observado, viviendo con el Padre en Málaga con mucha inmedia- cion de celdas, y la. suya frente del Coro alto de aquel convento ; ántes de recogerse á ella tomaba del Señor la bendicion; y se sabe que algunas ve ces despertando azorado corría al Coro y viendo apagada, 6 próxima á estarlo, la lámpara, bajaba despavorido á ati varla: y cuando esto sucedía, se había impuesto la ley de quedar allí al mé- nos un cuarto de hora tratando con su dulce Jesus,de cuya bondad entón- ces y siempre experimentaba mil con- suelos. 795. - braba predicar el sermon en que ex hortaba al perdon de enemigos, reves tido de Sacerdote (aunque sin casulla! En las Misiones acostum teniendo en la mano el viril con Je- sucristo Sacramentado. Es indecible la conmoción. que esto causaba en lus auditorios, ni los efectos que producía ya de veneración al Sacramento, ya de reconciliacion de enemistados, ya de respeto al Beato que. en aque llas ocasiones, en el exterior, en el rostro, en las palabras y acciones se dejaba ver tal, que podían aplicársele aquellas expri siones de Ester: « oídi « te, Domine, quasi Ancdelus Det: valde entm mirabilis es, el facies tua plena est gratiarum >»; lo cierto es que a puel aparato conturbaba el corazon de Mos. No conmovia menos el de li Ss Eclesiástic: S y Sacerdotes, a quie nes por respeto al Sacramento que consa graban y distribuían, y tambien quizá temendo presentes las palabras de nuestro Santo Patriarca en su admi- rable testamento : « Si. yO tuviese « tanta sabiduría cuanta tuvo el sá- « pientiísimo Salomon, y. hallase los SS. SACRAMENTO 253 Q Sacerdotes pobrecillos de este mun do... los quiero amar y honrar co « mo á mis Señores — les predica ba de rodillas, como se dijo ántes. Difícilmente se lograba que así no lo hiciese, por más que lo intentasen hasta los lllmos. Señores Obispos, por que, á ménos de un mandato contra- rio, en substancia siempre contestaba como lo hizo á cierto Prelado, que lo persuadía á que predicase al Clero desde el púlpito: « No puedo, Señor, « separar de mi idea el soberano ca « rácter de aquellos á quienes predico, « Son Sacerdotes, y me parece que « los veo en el Altar con la Sagrada « Hostia en las manos; por tanto no « puedo vencerme á instruirlos en otra « posicion. » E la más rendida y a humilde, la que tomaba siempre que pasaba por delante de los Sagrarios, y cuando daba lua Comunion á los fie- les, era tal su compostura, recogi- miento y abstracción, que demostraba sin equivocación que su alma estaba abrasada del divino fuego 196. — No es fácil escribir lo que con este fin trabajó y sufrió de contradicció- nes, pero su constancia siempre ven ció, y fruto de ella fué el estableci miento del jubileo circular, 6 de Cua= renta Horas, en muchas Ciudades, Villas y Lugares, que carecían de una fuente de tantas bendiciones. No era ceneral esta devocion en todas las provincias del Reino, aunque jamas dejaban de predicar é instar por ella los Capuchinos, logrando sí verla es tablecida en muchas partes. Empezó su Apostólica tarea nuestro B. Diego, y el efecto ha demonstrado que entre los cargos 0 destinos, para que el Cielo nos dió varon tan singular, fué uno, el de la extension de tan útil di vino ejercicio 6 jubileo. En ningun pueblo predicó que. no tratase con empeño que se estableciese, Es devo- cion sin duda que trae no pocas difi- cultades “en especial para su perpetul- dad, y de aquí que no todos -la pue den verificar, pero en cuantos pudo allanarlas tuvo el consuelo de verla nacer, Tales fueron Cádiz, siendo O hispo el Himo, Sr. D. Fr. Juan de Cer- vera, y Gobernador el Exmo. Sr. D, Nicolas Manuel Bucareli y Ursua, Mar- ques de Vallehermoso, que así allí, como despues en Málaga donde fué

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