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| y! Y 4 + NA 7 «y más qui = 111 ban y esimi Da los P ' nient y cuanti r ' ( es eclesiá ) 1 bi ados en la fraternal caridad, mM avudaban, no n entes «a admi nistrar los Santos Sacramentos á los que por eno Cc imaban y el DuImuero de los que Sin este sacrosanto dlvini simo Viático espiraron, despedazan lose á la violencia de los dolores sólo es manifiesto á aquel Señor que. unica mente conoce el de los predestin los 4 su gloria. Serenóse la tempe tad despues de haber arrebatado en IS furiosas olas sobre treinta mil indi duos, y en el resto cundía por toda partes esta voz; « va hemos visto cum plidas las amenaza del Padre diz. » (Vease el mismo caso abreviado en 083). Y No fué ménos terrible la profecía hecha á la ciudad de Mála- wa, Vuelve á hacer mision en dicha ciudad el año de 1798 y se, dificulta sobre el sitio en que hu de redicar. En las Iglesias? se dice son peq! py nas para los concursos que se tia juntar. ¿ Kn la catedral? se trastorna el órden de las horas del Coro. ¿En la plaza mayor aleunos renuevan la especie del peligro « vente reunida en las Iglesias, como temerosos de que lo que ántes se atajo, uceda por otro rumbo. Y al fin en la plaza que está ante el palacio obispal aunque lan « strecha se pr 1CO, Y UNO de sus baleones «sirvió We púlpito -Ó de tribuna, no al B. Diego, sino « un nuevo Jonas 6 Lcequiel. Cada tarde era su estilo más fuerte y vehemente, y su asunto más lerribio, en una pa labra: « durus nuntius ». El auditorio se extremece, no tant) ad vista de lo que hace, cuanto al oir lo que dice: ¡Oh exclamó una tarde que pre Málaga ! dicó en la catedral en voz de tr 10, á 1 Ñ Ñ Ñ Ñ y exponiendo 118 palabras « note obdu rare corda oestra », que mlazaba con esotras « eaoí el renustis, eo vero in interitu vestro ridebo. » Oh á ] ) | ; “amado pueblo, ( né de males y cas « tigos te esperan! ) y continuando ' ' : como comentando ta la. KA sobre Jerusalen (1) al tempo que les pro nosticaba terremotos, tormentas mun 1 En uno de estos sermonas, sacudió sobre audito-io sus sandalias y manto sado por « pri pi los de 1803 y 1804 lo y nt u centro muy despacio y Ccals efectos como en mnguno, pues pesil de la gran p ri 18 SU y 10 que emigro, pa ron de 3) víctimas que 1Crificó Su Ccuecun táronse a esto gSravisinios Ja que 'asionaron tu S ( remotos, rorrendas torment lacio es, tales la u l Guad que hicieron olvidar los desasti habían causado otras en 10S riores: En el año de 1803 fu por órden del gobierno con el evitar concu nel a entes q di S pl imagar el. contagio, ron todo los np de la cu sus. pa IS 1) de su e que locraba entrar en ellos, lo haci á hurtadillas, y con el mi ) 4 zá no Her el sacrilego qu vi bar sus Ha y como tembla sistían al mio endficio d la y Iblan sin. sosiego el divino po y sangre de Ntro. Redentor 1) Tales mes na 1s dl ado 1 S Ss ata dl y e 18 miraproluc2antos ben ser 1azadas, Í desg gl Ja á 53 Ñ 1CIas de ' m li> Ñ 3 com intes Uu n es tra disolu a ) a Li ' est 1] muy di