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OCUPACIONES DEL to humilde, sino una verdad fund: en una continvada experiencia. Me re- pero los sieno con ella, sin turbacion, ] cargos de su responsabilidad me es- tremecen. Dios tenga misericordia de Mi... Y > 711. — Continuando en su estado i ala j Ñ ., quebraniada salud, los esfuerzos de ' que el Beato hizo para predicar en la Cuaresma renovaron y agravaron sus dolencias, poniendo su vida en peligro, mismo lo confiesa dicien- A fines de Cuaresma se em renovar mis antiguos ma lecillos, se formalizaron pasó la Pascua y han continuado has como el do (1): « pezaron á ) pu go que ta la semana pasada, en que empecé sido el dolor de es- aun- al hacer algo Ha tómaso con calentura continua, que lenta en las primeras semanas, algo de inflamacion en él y alguna ictericia. Me dieron tres sangrías, con tínuos remedios etc., pero hasta que fué voluntad de Dios no he tenido alivio. Deseaba cumplir aquella, y no ansiaba por este ni lo pedía: su du- racion me hizo sospechar si sería mi última; porque soñé en uno de sus dias que había preguntado a los me- suficiente para recibir los Santos Sacramentos, y me dicos si había motivo dijeron que los recibiera seguidamente. Se me presentó como un lago de a- gua, y en él una bola de materia de- lesnable, y que nadando esta, se iba desbaratando esta acceleradamente ; mas desperté ántes que acabase de deshacerse, y me pensé si esto sería aviso de mi muerte ya cercana. Me juedé con indiferencia, y así sigo en el dia. 112. =:« Ya, á Dios eracias, me hallo casi bueno, aunque con pocas luerzas etc. En toda la enfermedad sólo me ha fatigado el gato de la de Sósperación, Cconod iendo practicamente que esta tentacion era la que figuraba aquel ato que no podía yo separar de mí, y me fué necesario para ello el SUCOrrO ajeno, como lo dije a v, en- tónces, en la enfermedad que tuve Apénas cuando me lle con el mie cuando volví de Galicia ete. me empezaba el dolor, naba de susto 6 de temor do de si me faltaría la paciencia y en justo castigo de mis ratitudes me BEATO EN 1799, 99 GRAVE ENFERMEDAD - Y la negaría Dios; lo clamaba y procu raba valerme de la esperanza, y me pi *ece que deseaba padecer algo. El inte conservado en paz, bendito Dios, y así prosigue, no ya tan insensible ni tan de bronce En medio de su habitual suelen sobrevenir algunos movimientos, ya en órden á Ó ya con respeto al pa- rior se hi cono hasta aqui, disipacion, Suaves las virtudes decer, DM. $ 113. — De estas enfermedades y del aumento de sus males, nuestro B. Diego sacaba admirables enfervorizarse y con mayor rutos para cuidado 'a la muerte Y as| es- prepararse ] cribía (1): « Vivo persuadido á que me repiten los avisos para que el asunto de mi muerte jamas lo aparte de mi, por la necesidad de prepararme con anticipacion con este, aquel ó el otro medio que V, O los Prelados me dis pongan. Me parece que con toda ver- dad puedo decir: Paratum cor meum, Deus, paratum cor meum, y que deseo llenar completamente los designios del Señor” sobre mí, sean estos los que fuesen, sin preferir unos á otros: por que todos me son igualmente amables Suya es 81 des- y apetecibles, siendo suyos esta omnimoda indiferencia, y de la ejecucion fa- es porque en mi suma miseria pues en el caso queo, me hace vacilar la oscuridad de mi in terior para conocer en aquel caso que es lo que Dios quiere de mí 6 lo que me. corresponde resolver. El Prelado mi arbitrio 6 alguna propension de suele dejarlo á cuando más significar su voluntad, y ternacion. No hay tampoco ni arbitrio ', y aguardar su re porque urge debo hacer entón- como mi volun esta es mil mavor Cons para consultar á V. solucion ó su dictámen, dar la mia. ¿Qué ces? Clamo á Dios, y tad está siempre inclinada á servir á go aliento para dar misiones importan- todos jamas ten una absoluta ne aliva para Ó predicación de aleuna cia ete ia conseguirlo, que el Prelado resolviese Deseo, pero no he podido por sí y me mandase donde le inspi rase el Señor, pero veo que preten- do en esto un imposible. La eficacia de las súplicas, la urgencia y las ne- Ronda, 9 Julio 1799