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999 22 demasiado, de modo que no lo tengo ya para lo que había prem ditado. Pa Di digo soy el mismo, disipado é ciencia... Ps miS Cosas solo que siempre indeyoto. Procuro unir mi intencion con la de Nuestro señor Jesucristo en mi in lo que corresponde al santo ministerio en que hallo ión la Mision de Andújar sucedió que habiendo predicado una tarde con mayor eficacia y ardor la predicación eLñe. y rect ficar tencion cuanto puedo en todo meo me de lo comun, porque traté de lo que se hace y dice contra la santa Iglesia Sumo Pontífice tc. ete futando estos errores ete contra el Con quedé algo falto de fuerzas Para fuí á la Iglesia con nuestro Señor Sa mi habi tual disipacion, pensé como que el Se más cansado y que en Otras ocasiones, descansar me cramentado, y en medio de ñor me decía desde aquel divino Sa- cramento: Ven acá, Diego MIO, y me daba un abrazo. Esto fué instantáneo, se arrasaron los 0JOS Cono que en lágrimas, quedé en lo interior de voto y humillado, con facilidad de a mar á aquella Suma Bondad y con mi habitual disipacion Decía con repett cion: ¡ Oh de ete. A instantes me parecía que me na cía del corazon el decir á Su Majes tad: Da mihi animas, caetera tolle tíbi, Domine manos una perfecta renuncia de toda sensible consolación, y pidiendo no me permitiese el volver a ofenderle BIC... 9 703. « Cuando con alguna réfle xion me acuerdo de lo referido, suelen venir algunas lágrimas +4 pero se pasan presto. No es decible ' vida mi alma ' pocos ; haciendo en sus santísimas los OJOS, la vergúenza que me cuesta el decir este pensamiento que tuve, el cual me temo que sea mi soberbia El Señor perdone. Lo confirmo con lo siguiente. Estando anoche con la Comunidad en la oracion tan dis traido como siempre, me ocurrió á la imaginacion una fuente faz de la tierra, cercada como por un bro cal de pozo, abierto por un lado para que corriese el agua; esta era muy eristalina, pero poca, tanto no hacía pozo, sino nacía y corría á regar no sé qué campo ó huerto. La fuente estaba ocupada de piedras y de alguna tierra, y entre esta y aquella manaba por todas partes el agua. Me efecto de meo sobre la que desde > CAPÍTULO LX pareció que en esto se me daba á en nocer que la doctrina que de Dios, y por mi interior es tal que sólo hay en él piedras y tierra de faltas y de rias etc. Me humillé: pedí misericor- dia, ofrecí á su Majestad etc. y clamé por el remedio de mis necesi predico es eso es pura, pero que mise- dades y de las de mis prójimos. Bas- ta de consejas » 704 De Cabra pasó el B. Diego á Lucena donde predicó un Triduo de Mision; Obispo se Mision eribe el y luego llamado por el Señor fué á Málaga donde hizo De esta Mision de Málaga es Beato (1): « dias que legné aqui, V manala se con Hizo ayer quines cluye esta Mision: la que sólo ha si- do pára el pueblo, y nada se ha dicho á los Sacerdotes, porque dicen que no “a ello. Algun fru to me aseguran que se hace, pero a es ahora tiempo pi demas de que no veo lo que quisiera ver, tengo para mí que ha de ser muy 7 fundo en lo Habiéndome recogido ántes de ayer á dormir ur poco la siesta, y consegul escaso, y me siguiente. dolo un brevisimo rato que dudo lle gase á un cuarto que veía una pequeña mala co tadura; de hora, soñé araña de quise matarla y no pude, por huyó; habiéndola zado en términos de poder pisarla á que se pero alcan satisfaccion, no pude conseguirlo, por que siempre erraba el golpe, pisando donde no la hería, aunque la tenía de- bajo; y sólo quedó parada y mortificada. Había allí no sé que Sa cerdote á quien clamé que me ayuda como se á matarla; dió para ello unos po- pasos y nadá más, de modo vi aun llegó á donde estaba la araña parada, 7105. —:« Desperté inmediatamente, COS que creyendo ó discurriendo que en aque llo se me daba á entender Jo que se- ría esta Mision, por lo escaso de su fruto. La tarde antecedente á la de la fiesta referida, había predicado fuerte mente sobre esto, y retirádome sin hacer acto de contricion y diciendo con ardor entre otras sentencias: Zm plete mensuram patr um vestrorum elc.: ne parece que el éxito corresponde fielmente á lo soñado Y lo del Sacer- dote que dió uno ó dos pasos para (1) Carta de Málaga, 12 Noviembre 1798,

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