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mierio! bambs en su habitual disipación y connatural miseria oscuridac et con bueno deseos di prepararse yt para morir, per in hacer cosa al ciendo por 01 ho É ejerci ios desde el guna. Xhor: estos dias unos medio sábado de Ri mos pal la predicación de la en los que hago la tercera disciplina y tengo algunos ratos más de oracion, todo tan si sustancia como cosa mia 656. — Poco ántes de salir para Jerez y Usuna, como se dijo en el nú mero precedente, nuestro Beato tuvo una misteriosa ¡ilustración O sueno quí refiere como sigue (2): « Escribí á V. el correo pasado, y ni obstante repito esta para noti arle el siguiente sueño que no puedo dejar de conocer doctri nal y de mucha instrucción para mi ande necesidad. La noche del 31 del pasado, despues de una penosa pesa dilla, en que se me feuraba acometer me en varias figuras el enemigo, de que me defendía con el Gloria Pat el Nombre Santísimo de Jesus etc., me quedé dor nido : y sue que de pue tra ida trilladas, como que iba de sin saber de haber caminado por sendas ex ñas y ni viaje 4 Mision etc., me hall cono en lo alto di uni ele idistima torre, puesta en una ladera 0 despe nadero, por cuya profundidad corría un ro 057. «TlFué indecible el susto qu me sobrecogió, porque parecía que yO All: do de esta 'O Y mis alto, ta torre ' iba ú4 caer de había un edificio magnífi donde se me figuraba que había Reli S1OSOS, y desde mi p liero daba voces ro y que terminaba en unos valles áspi OS Í y di nde corria aqi el y ' E i como que á lo léjos parecía oscuro 098 « Al lado 1zqui rdo d st o ventana Ó pequeña puerta, est ha una i gri dilla de me dera an ' crudas Cono de medio V con algun declive le con suma Li cilidad se movía al tocarla y no tel otra se euridad que la cul la con qué estaba bien atada con un pequeño te rado di scubierto que daba entradi nel grande edificio; era necesarl dar Óó subir tres escalones, los dos peligrosísimos de la gradilla y el tu cero al suelo firme del terrado: estos era imposible subirlos sin un mil 0 i manifiesto. Pero viendo me llamaban ; de aquel terrado otro Religioso capu- chino y Otra “persona que no podk distinguir, temeroso del peligro deter i mine dejar el peso que HOevi ba bre | los hombros, porque con 6l no subiría ¡ y para ello volví dentro y me enti 1 en el suelo, y haciendo diligen poner la carga, me parecio esta con ún gran saco á la manera de areni y tunta mi debilidad para depon rlo le fuerzas para ello hasta que careckai 4 que no se quien me avudó y CPrOU al fin lo depuse. Volví 4 la pe puerta ya dicha para subir y tiempo desperté llamada toda la al cion al sueño. 059 Sm 0 profundo del de pi ñnadero se velal por el lado de la 4 cha grada, muchos cadáver u pe sonas que al. subir por ella, habían resbalado y dado en aquel horriblt precipicio Ya sé que no debo Inves tigar el significado de estas Ci mas no puedo separar de mí la saria preparacion de mort por medi INAS : nect