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vee A Bl A MA! PjJercicios diez ó doce. Hen “ descansado tres dias ul en Vidaviciosa, otro en Coimbra, y otro en la ciudad de 0 porto. — La Divina Providencia nos ha deparado en todas partes lun en las aldeas má infelices quien nos haya recogido y tratado con la mayor caridad, tanto más crecida la abundan cia cuanto lo era nuestra necesidad, hasta hallar comidas 6 cenas 'egala das, abundantes y exquisitas donde no podía esperarse. « Ma pará que fuese prosperidad, y gustasemos algo alidadi de la vid apostó hiea ote ge dienó concedernos que en la noche del doce al trede del corrien Le, última que estuvimos en Portuge 2, despues de habe nos pe “Udo en una Sierra muy áspera y llegad FO á una aldea, y á pedirl al Señor Abad nos hospedase en su casa por caridad, no atrevió por miedo de que fuesemnmo rente foragida á darno entrada en ella 11 aun que le vie- semos y hablasémos; nos envió con su criado un bacalao, tres peras y un gran pedazo de pan de mijo, paja pa ra dorm roy tambien para la bestia, ( Pero á nuestras instancias se movió un pobre hombre que estaba presente y hos recogió en su albergue, donde su larga familia nos recibió con sumo agrado y nos trató con caridad en lo que permitía su infelicidad: Dios se l pague 1) A este 190 añad ( ient j nos dd Grazalem Ol E hairo- li wedió en la t le Gal M milo edit lojamien ya ar )», en una ha nda d rta 1 Sa LA ministrad pero 11 1 1 sis 1 al Siervo de:*Dios una mo ) o Ñ iera Su cámino; mas aquí la incapacidad tentacion diabólica de aquel hombre tado entre Religio sos, al ver que el Venerable Me y rehusaba humildemente su moneda: aquel hombre aturdido. sin otro antece nto el dicl low sobre el pobre de Cristo tal aguacero de injuria baldo- 108, que ya no era de extraña ¡we la tor 1 icabara en piedra en rayos: tan 1 de si sa el furibundo A ' ta ( y su WwoD LA p k Ñ y t Ñ tu 10s extrav 1 8d mn ) 1dor le "j blo y ' sen y P PO 38 NM inmutarse ni responderle palabra alguna el sufrido Misionero. sin embarzo que se y ' gado á pasar la Francisco, y por estar ausente el Só ( ' enferunieda I a nta os ayer uu su Pi IWISOPr pal mi confesar et Si 0nN aleun pueblo d la Diócesis nos ] pe día, con intento de seguir inmediata- ment Orense. Pero, habiéndome eo- ni j en Toledo. nos ha deta 1do pa- ra que dem dui principio á las Mi- SH lo 4 e sera mnmialana Di > 1 diante, en el Convento de nuestro P; Santo Domingo, por ser la iglesia más capa le esta enudad, y estar ha ciéndose obra en la Catedral ¡ue que dó toda muy maltratada de un rav en el año pasado eto., > la. asis tencia ni ! ha obligas it tener en el Palacio de Su Hustrísima. Ya eo nocera NA por todo esto qu * me ervido de regla la que recibí en villa al pasar por allá, y que no tocado en Badajoz ni en- los ' pueblos de la Extremadura donde temía que nos detuviesen etc. Pero, ¿qué diré de mí? que siempre el mismo en ingra titud, sigo disipado, ya econ las Oscu ridades, descanas, repugnancias, se quedados, melancolías, y demas cosas ordinarias: justo castigo y efecto de mi asombrosa insensibilidad. Con ella clamo á Dio ¡ue me eonceda llenar su santísima voluntad y todo el fin para que se ha dignado enviarme, He procurado suplir en unos dias la dis ciplina que no he podido hacer en otros: y durante estas Misiones, aña diré terceras diarias disciplinas á las dos que V., me tiene concedidas, ínterin que recibo la respuesta que podrá di rmegirme á Orense si tiene V. allí 4 quien recomendarla. Sigo bueno ayu- nando y con la abstinencia sin haber experimentado la más leve novedad en.las dos sí manas que ll vamos le Adviento. » 629. — En otra carta hablando de la Mision de Tuy y 1 Pon dice (1 que se. siguie- « La de Tuv fué sólo de ' 1 1 1 Ñ y 1 1 1 Ven le P atar la ale 2 $ Alma á 5 23 3 vos 1 3 Les para veparartes su 1 n una 1 nta- H Lan ' son loz gag» J Mision. » (Grazalema, pag. 33 o