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RMINES en dicha ciudad se ocupó como de rcostimbre en escribir sobre importan- lie ur tes asuntos, y predico ¡1 sermon de Misa nueva y otros varios. De Ron da escribía ] ) siguente que pru y Su sumisión de juicio á los dictámenes de su Directo 1): « Contra los dictá nienes de V jamas me h: ocur lo objecion alguna. Dios me hace en wte el gran beneficio de que aun 4 mando yo se: de Otro sentr, heso que OLSO el de Ñ lo mudo en teramente sin la menor violencia ó re pugnaneia Pen o á M en ha a de Dios, y como á tal desea mi alma vi virle subordinada. No digo más por que creo es bastante si merezco que V. lo crea. Luego añade Si Y tiene trato con es medio para .pedirle la gracia de que la sus 80 dias de indulgencia, conce todos los quisiere se las pidiese ] predicadores que despue g de su 30 Morales, malta voz el Gloría Patrt, y para mone Panesíricos ete. digan respondan el Sient erat ete. del modo que dije á practicar y lo los que en el a iditorio V. lo he empezado á han aprobado varios Señores Himnos. con sus respectivas indulgencias. » 590 Dando cuenta del estado de su espíritu en el verano de 1792, es eribía el Beato (2): « Me sirve de no poco consuelo que conozca la ver 1d con que le hablo y la sinceridad con que le trato. 1,4s tareas y ocurrencias presentes no dan lugar para decir ni tampoco para xten ue uno de | ; . 9 hacie y) un superficial recuerdo del paso del prendimiento 6 fi Eee homo, a todo el interior en rado y quieto ConmovVio IMmodo SO con la e pi Et invalescebant 0bees '0PUIA, Sia que su inocencia, santidad, odigios ete, ni el empeño de Pilato tuese suficiente á convencer a pu blo, porque á todo inoaleseebant ete. Ocur Mo esto en r actualidad de estar ex perimentand Ll semejante con al gunas criaturas y de verse señales de ú continuacion ; todo causó en el al ma tanto rendimiento a querer de Dios, tanto amor al pacientisimo Jesus 1e se expresaba casi indeliberada- MISION ' mente € y Mm n un Dule ta a sper contínuo en a MP ' brevi j um 1 's contra ¡ ¡ | Ñ ! LO leseo di idecer » solo no los démas que puedan participar de igual trabajo et como en mí está; porque el de sbarat h de ni A la os el que V, sabe sin or "1 ' devoción mn re miento aleuno. Me ha llamado la atención tanto po otreci 1 cono ! j ' uo hi L de ) que m espera ) e ai ne mandarme trabajos contr la S- timacion ele.; nu avude con u í raciones y doctrina Li ¿no de que alo a] ' Í ] Í HO Hato pre mi armnia tanto pen o deseo, pero sin que vo la causa con culpa alguna dos compla en mí ' su santísima voluntad ) CAPITULO Ll Misiones de Moron, Córdoba y Jerez. (1792) 1702 el Misiones, de la cuales la primera fué la de Mo ron. De ella escribe (1); « La Mision de Moron fué vehemencia, así en lo material de la 591. Por Setiembre de B. Diego empezó nuevas fortísima y de grande predicación como en la. sustancia de los asuntos y materias. Una noche me bajé del púlpi sin hacer el acostum brado acto de contricion, concluyendo con el /mplet trorum., Los afectos fueron algo favo mensuram pat! um DOS rables, aunque no tanto Como apele cia, porque al fin en el dia de pun de la Mision y último de Setiembre, e juntaron en casa de m caballero todo los demas en señal de reconcil liación : les hice una eficaz exhorta cion á que fuese de corazon lo que exteriormente hacían porque de lo do lo pi rdian eLo, Parece | reconciliud JS, NO 5 lo que contrario quedaron 1 despues « Estando allí me avisaron Sevilla fuere á sup pre licador del dia de Nuestro Francisco: fuí en efecto á4 to da prisa, prediqué del Santo, y me ' ¡ embary 1é para Sanlúcar; donde estu-