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e ) ie veamos muy en breve este dia ue tanto ne SILo DS l. Continua el seato creyén dose muy miserable dice (1 pa Yo Sigo lleno de miserias y arrastrado di los deseos de mi reforma : bendito Dio Í que no me OS escasea mas la muro Cono ma obra Naco s1bl por milagro grande podré conseguir esta felicidad. Emp ñese V., P y encargue a esas buenas almas que lo hagan basta que me lO alcane: n del que nunca se cansa de pecadores. » Y en eribi esperar á lo carta (2) e otra hecho una pura miseria, casi del todo inhá bil para recojer la mente en la ora cion y con una especie de dureza de corazon que me da no poco que pen- manda y bondad se la dará á conocer á V, para ¡ue up callo por pue Y mm lo porque espero de la infinita me dé el remedio nec lo tiene esta fatalidad que y : culpas. No deje mui, de atrio i acaso Ju to castigo de mis V., amado P. por mi necesaria conversion » clamar á Dio 53?. - Pambien es interesante lo que escribe pocos dias de pues (3 « Mi P. carta particular que General me ha respondido en recibí la semana pasada casi lo mismo que verá V, en la adjunta; mas mi P. Provincial me ha concedido siga en lo exterior como hasta aquí y ha enviado órden á to dos los mudar de conventos no se me obligue á asiento ni á4 usar de las demas cartas esenciales que por los Dios e papeles nuevos títulos corresponden : Remito úá V. esto ea el estado en que se ha lo pague para que y illa la santa madre lelesia ó en el que la tienen sus malos hijos; verá V. el Sínodo de Pistoya que tanto vocean los mercurios ú su favor ete. y verá el estado del Emperador que es muy diverso del que á V. habían asegura Majestad se digne consolar á su Divina Esposa, Me es muy amargo no ser el que debo para orar y do ete. Su divina ocurrir de aleun modo á gravísima esta necesidad, consiguiente al fin de mi vocacion y de las repetidas nsinuaciónes de su Majestad sobre es- (1) Carta de Rónda. 22 Julio 1798 (2) Carta de Ronda, 29 Agosto 1788 (3) Carta de Ronda, 19 Setiaómbre 1788 CAPITULO XLVIH le punto COmo a V. tengo uanterior- mente comunicado, y deseo « hcazmen te mi torma para no ser dese: hada ó6 excluido de esta gracia. Aseon á Y. que en llegando este caso e; mis pasiones y parece pierden su acti vidad de sólo otr las aflicciones del Sumo Pontífice y congojas de la santa Romana Iglesia. ¡Oh si fuese VO tan feliz que lograse me hiciese Dios el meederme d w la vida por esta S5. Madre! beneficio de e CAPITULO XL VI Retiro de Casares. (1788) 539 Por Setiembre de tróose nuestro B. Dieso al 1778, re- Convento de Casares para descanso de su alma y cuerpo, cumpliendo con ello la vo: luntad de sus Superiores quienes á más de procurarle nuevos beneficios espi- Jan conservar la y aron fuerzas físicas. De Ca- Beato (1): Luego Nombre de María me vine á este convento en e rituales dese: precio sa vida del ilustre tan decaido de apostólico saros escribe el que paso el dia del dulce que desde luego me negué al trato con los del pueblo; evacuadas pero no correspondidas las visitas de los sujetos Ó devotos de que por ser lu gar pequeno salió de esti cuidado, Hice un dia de acostumbrada sequedad y establecí mi nuevo método de vida reducido al te nor siguiente: presto se retiro con la me levanto á las cuatro Ó poco ántes que es mi costumbre, me voy al coro y en él permanezco hasta ¡as cinco y media, que dichas las letanías á los Santos con la Comu nidad, bajo á decir Misa más proporcionada para no impedirá la comunidad ete. Prima y como hora Concluida nie vuel Percia, sigo un breve rato para dar gracias, tomo el ¡ ' earidad el vo al coro á desavuno queme da por Prelado de me vengo á la celda á un pozuelo de ehocolate y leer dos Ó tres Escritura y hasta - las capítulos de la sagrada escribir alguna carta ete ocho que volvemos al coro ú Sexta y 1) Carta de Casares, 6 Octubre 1788