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CAP. XLIII. de sus dignidades en la silla inmedia- ta al Sr. Dean á su lado izquierdo. En sa fic el dia estamos trabajando É 7 limo. y que se | O por reunirlo con el corten los pleitos pendientes, para que á nombre del Prelado que así me lo encargó reservadamente y despues por escrito, les hablé y pedí perdon en su sala ea] itular, mas algunos pi cos los veo muy fuertes para rendirse, otros no con toda sinceridad, y algu nos tan bien dispuestos que van con- anistando á los demas. Pida V. á Dios tenga esto un necesl- éxito cual lo tamos. » CAPITULO XLIII. Mision de Murcia. (1787) 181, Había salido de Orihuela el B. Diego con sus compañeros el dia 10 de Abril, y el dia 11 mision en la ciudad de Murcia, predi cando en la plaza de Santo Domingo, empezo su 22 con 27 sermones, ellos espirituales. Las gentes de los pueblos y concluyó el dia consiguiendo en muchos frutos inmediatos y de las huertas edificaron á esta ciudad por la devoción con que venían á la Mision; congregados con imácenes de Nuestra Señora, luces, y ezando el santo Rosario. A las S de la mañana entraban procesionalmente por una puerta del palacio epn copal y salían por otra, y el Sr Obispo da ha al necesitado medio pan y cuatro cuarios cada persona y todos los dias entraban de 14 á 16 Rosarios le 4 400 á 600 personas cada uno entre hombres, mujeres y niños, gas tándose cada dia en esta limosna más de 7000 libras de pan y má de once mil reales en dinero Se les daban ademas hachas de viento para iluminar el ca mino por donde volvían á 3 put blo El último dia de la Mision concurri ron muchos más Rosarios, viniendo los hombres y mujeres descalzos: y hubo Rosarios de dos mil personas PROS y velas en cendidas. Y HHmño. s Horaba de gozo, y lo 1 personas e mdec: ra 182. — El dia que mo otra predicó don de enemigos, se reconciliaron pel MISION DI MURCIA 161 sonas que hacía más de veinte años que estaban enemistadas y reñidas, y no pocas de calidad y carácter. el B. Diego en el mismo púlpito en que había predicado san Vicer te Ferrer. Los Señores del Cabildo honraron al B. Diezo haciéndolo su Prebendado, con obligacion de sufragar su alma des vivía por el mes entre ellas ha eclesiástico su muerte, y mientras una fiesta todos los años, de Abril, á 1 Prinidad, por el feliz éxito de sus Misiones, etc. El Sr. SSña Obispo y la ciudad hicieron cuanto pudieron, y ademas se expresaron con lmosnas que dieron al Convento de Us puehin IS por nm spectos de la predi ejemplos y trabajos del B. Cá cación i diz quien salió con sus companuepPo: de la ciudad de Murcia el dia 24 de Abu, y en este dia llegó á Cartagena De esta Mision escribe (1): « La Mision de Murcia fué singular en todo, de extraordinario CONCUrso y notable fruto, á Dios gracias; no digo más, porque no puedo y porque me aseguran están escribiendo esta historia para darla á la prensa » 183. Complet mos las anteriores relacion Im presa en ocasion de esta importante Vision de Murcia (2), de la cual en tresacamios lo que SIguo : « Vov ú de linear una pintura del Predicador que or esta Ciudad. Voy á for retrato de la Cádiz, aunque noticias con otras de la acaba de mar un bosquejo, un predicas ion del Padre titabe:r lorido hace or ndo el pincel y muertos los co Murcia deseaba muchos años Apóstol solicitado repetida a este como lo hu VOCES porque des de el momento, en que puso mano 4 su grande ministerio, se escuchaban con admiracion los elogios, las conversa concursos, y las honras Obispos los Cabildos y las Universidades v todos los Cuer le hacian. Ya hemos ciones, los que los Señore pos distinguido visto lo que el grito universal y las cartas de hombres hábiles, juiciosos 1) Ca ( er 1 Ma 1787 9 Relacion de lo ocurrido en la Mision que hizo la Ciudad de Murcia el M. R, P. Fr. Diego José de Cád rmada por Doctor Don Al J ira y Galvez, Canór Lectoral j la ( giata de Í l, Prebenda actual d

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