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Al X CAPITULO MX] Viaje 4 Cataluna. 141 Acom] lo de una inmen sa multitud > juiso segun ae de ( eál del Kb en tró en tatal Il B. Diego tia 19 de 1 od 1787: y los dias 25 y 26 del mismo m« tun el consuelo de visitar el bérrimo santi 10 de N 5 l Mor Í end eibido con sineular afecto por el P. Abad y los Monjes. Despues pasó á Barcelona y lu ) dificó « 1 Sl resencia $ religiosos y NOviC“IOS del Cónvento de Capuehmos di Sarriá, hospedándose mm el con sus conipa eros para que le compusieran el hábito y manto que tantas cortaduras y devotos hurtillos sufrieron en Caspe; « mas como aquí sucedió lo mismo, se lo dejaron más imperlecto y corto >», como leemos en manuscrito (MS. A.). El 5 lona D, Ga vino de Valladores, quiso predicase el Beato una grande Mision de 40 dias, pero no le fué posible. Oigamos al Beat 1): « Obligado de las simas instancias di gentes, el Sr, General, la Audiencia, la Ciudad, la Nobleza, el Cabildo y el pu blo con el lllmo. en términos que un antiguo limo. Sr. Obi po de Bar eficací todas aquellas me atemorizaron con un tumulto si por lo ménos no les predic: un ser- | ] mon, me rPesoivi a pr hicarles cuatro 1 ' ' dias. Fué tan desmedido el e ncurso que computándos habría en 1 plaza que llaman de Palacio, más de cm cuenta mil personas, se vió era redu erd para lo audit PLOS qui e esp raban. Esto ocasionó much de modó que ya por esto, ya por lo poco reducido del sitio, ya lo d mi voz, Ó por todo junto me de ] al fin de la plática para no volver á predicarles, supuesto que en las Igle tas era imposible en atencion á- lo que en la lazas sucedí 149 a Con esto dispuse mi viaje ' esta (4 Valencia ra el d gn por la t y y Al 1 vu mer par marchar, llegó segunda ca ta de mi P. Provincial en que contra — VIAJE Í CATALUNA 149 ] pue en primera me había encar cdo de e procurase no fallar a estar ní estas carnestolendas, me decía per lANECIoOs ' 3 tr mpo que aquellos SPeS. QUISI r sin hacer falt ú las ¿sta nue pretura interior y no obstante ella resolví el venirme. En esto me sirve de una a fliccion gravísima el pensar si por es to falté aleo á obediencia 'ó dí algun escándalo á los PP. de aquella comu dad, aunque les hice presente la órden anterior que dejo referida y el porque escribía el P, en aquellos términos, que era por la urbanidad de contestar á sus instancia et pero principal nente me aflije el pensar si al no ha berme quedado 4 empezar de nuevo la Mision, resistí á la Dios y le usurpó la mucha voluntad de gloria que sin duda le resultaría de las innumera carnaval se buena bles culpas que en estu habrían evi udo mediante la singularísim 1 disposicion que 1 dos mea nifestaban ete; todo esto me ha teni de suerte do y tiene en una prensa que me parece perdido todo lo demas, si en la verdad be sido defectuoso en Vartas fuera de las apuntadas me inclinaron á lo que PAazonoSs esto solo hice, pero sobrepuja no obstante mi temor y mi congoja, La expongo á v., sencillamente para que me diga si he errado l jué debo hacer para desagra- Majestad y si no a quietarme, aunque esto lo. miro muy viar á su divine dantici!, » 143. — El 30 de Enero de 1787 sa- li de Barcelona el santo Misionero con general sentimiento de las Auto y del pueblo, por haber podi do gozar tan pos tiempo de su pre sencia y por vers prix ido de oirle otro sermones, Pero lo anterioros i Prelados con los mandatos de sus compromisos contraidos para Valencia ' v otras ciudades, unidos á la casi im ibilidad de poder en Barcelona pri po dicar á tan grande multitud, que cada dia hubiera aumentado, y po lo mismo siempre al aire libre, adem cansada va su voz y debilitado su cuerpo, le fué LOrzi lejarse de la cristiana Capital del Prin: ipado de Cataluña, donde en un solo sermon recogió los laureles de una dilatada pre dicacion v donde. su santa memoria no se ha borrado ja-