BCCPAM000543-1-10000000000000
A co e tc AREPIA 1 e a LIGA re arm A 120 CAPÍTULO XXXII CAPITULO XXXIL Destierro del B. Diego. (1784) 3857. — No faltaron á nuestro santo Misionero las tribulaciones y persecu- á sas ciones con que Dios suele proba apostólicos ministros más ¡ilustres por sus virtudes y ardiente celo. Como predicaba tan franca y valientemente contra los vicios, como combatía tan profundamente contra los Filósofos impios, y rebatía con tanta energía sus falsas doctrinas tan abiertamente los teatros, y demas como perseguia profanos espi ctáculos, y por su pre dicacion reunió tantos divorciados, y separó tantos amancebados, era pri viso Á pesar de u ' conducta, y del sumo cuidado que en esta ponía, que tuviese émulos, y muy IPreprensibie poderosos, quienes procuraban difa- marlo de palabra y pOr escrito, con delaciones contra su doctrina, al Tri bunal de la Fe,.al Supremo Consejo | J de Castilla, y al mismo Monarca. 358. — El Viérnes Santo del año 1784 predicó el Beato Diego en la Catedral de Sevilla el Sermon de li Pasion de nuestro señor Jesucristo, en rep y presencia del Excelentísimo Sr. ÁArzo- bispo, ilustrísime Cabildo, € innume rable pueblo. Ponderó los inmensos dolores que padeció el Redentor en la Cruz, y las aflieciones y desamparos de su espíritu, y fundado en autori dades terminantes de los Santos Pa dres dijo: « Que lo que á ellos daba « mayor aumento cuando en cumpli- « miento de las profecías vió dividir « Ó rasgar sus vestiduras, fué el co- « nocimiento de lo que en este sorteo « y division se representaba, que era « €l mal uso que muchos harían de « las rentas y bienes de la Iglesia, « invirtiendolas en cosas á que no es ) Se había publi- cado poco ántes una Bula de su San- « taban destinadas. tidad acompañada de un Real decreto, 1 Ma Oravisl- por cuya Bula se concedía á jestad cierta cuota, para tas mas urgencias del Estado, sobre las Prebendas y Beneficios Eclesiásticos Esta declamacion expuesta con todo A Y el ardor y celo de un Varon Apostó- tico como el Beato Cádiz, hizo mu cha impresion en los oyentes; y. los enemigos «del Misionero hallaron la suya delatándolo al Rey, y Supremo Consejo de Castilla, acriminándolo de Impostor, que seducía al puebl con- tra los piadosos t stablecimientos se promovían por el Monarca y Sus sabios Ministros 399 Hizo mucha impresion en el Gobierno esta d eS we tos que aep ( ! LOL Co o p Tr OS édi 3 ¡ na delatada, y por ) 1 nt Í lecimiento de 1s terceras ] es a 1S rá 3 eclestasticas y el efecto ] el pronto, fuí satisf : de los enemigos. 5e comunico p é Señor Regente de la Audiencia, al B. Diego la órden de 5. M. de ¡u suspenso en la predicación, y al P, Provincial otra pa que le des ! en Convento fuera del Arzobispadod Sevilla, lo que efectivamente se ver acó, saliendo el Varon santo desterra- do para el Obispado de Málas 360. - Este golpe tan Injusto, 10 | toleró el Varon apostólico con tanta resignación, cual se podía esper: l su grande virtud: su conciencia nada le argúía de haber faltado, ni en un punto a los sagrados respetos a bidos á la soberana disposicion, y al fin Dios le sacó ileso de lo que sus ca lumniadores le imputaban, volviendo | muy pronto el Rey á revocar la sen | tencia, cuando estuvo mejor Informa | do, como consta de la carta que de | ¡ su órden dirigió el Illmo. Sr. D Fi | Joaquin de Eleta, su Confesor, al M. | R. P. Provincial de Andalucia | inclusa para nuestro Beato, y una de sus cláusulas decís El Rey nuestro Señor ha sentido eu to V. P. ha padecido ; pero ello «s cLerto que esa contradice on act dita la verdad de su Apostolado . buer ánimo. su Provincial le ecomunicar: | órden d S. M, para que ou oa | Sevilla, / allí, eomo en todas parte predique sin temor e Evan: Así premió el Señor el. eran 1 ! de la paciencia con que todo 10 HON como se colige de las patabre que lesde su destierro le escrib su íntimo confidente el Padre E de Sevilla: « Su Majestad, si no mi tanta resigna ' Ñ « engaño, dice, me da « cion en estas Cosas, que l6jos de « contristarme me causan un sumo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz